miércoles, 29 de junio de 2011

LA CUESTION DE GRECIA

Dicen los agoreros, aquellos que sólo saben anunciar catástrofes, pero jamás proporcionan soluciones, entre otras cosas porque para tratar de arreglar algún problema, hay que correr siempre algún riesgo y eso no va con ellos, que el euro peligra y con él todo el montaje de la unión europea, que tanto trabajo ha costado crear y tanto trabajo cuesta mantener.

También se oye por ahí que la crisis económica de Grecia será el desencadenante de esta debacle, como si la unión europea no tuviera capacidad para superar esta situación. En el fondo, se trata de gente que parece confunde sus deseos con sus pronósticos y que piensan que la historia puede dar la vuelta, cuando no es así. La historia jamás da marcha atrás ni se repite. Siempre es distinta, aunque a veces se pueda parecer en puntos concretos.

Así las cosas, yo pienso precisamente lo contrario de lo antes dicho. Que de estos problemas económicos, el de Irlanda, el de Grecia o el de Portugal y aún el de España, que para nada está en el mismo nivel que estos otros miembros, van a salir fórmulas que precisamente reforzarán a estos países y les obligarán a adoptar soluciones de saneamiento económico de las que están necesitados. Así que mi conclusión es que precisamente y a muy corto plazo el euro y la Unión europea saldrán reforzadas y de rebote las economías enfermas a que nos estamos refiriendo.

En cuanto a la nación helena, causa estupor que un país democrático e integrado en la europa comunitaria tenga una constitución que empieza con la siguiente frase: En el nombre de la Santísima Trinidad, consustancial e indivisible.

Luego sigue en su artículo tercero:
La religión dominante en Grecia es la de la iglesia
Ortodoxa Oriental de Cristo. La Iglesia Ortodoxa de
Grecia, que reconoce como cabeza a Nuestro Señor
Jesucristo, está indisolublemente unida, en cuanto al
dogma, a la Gran Iglesia de Constantinopla y a las
demás Iglesias Cristianas homodoxas, observando
inmutablemente, como las demás iglesias, los santos
cánones apostólicos y sinódicos, así como las
tradiciones sagradas. Es autocéfala y es administrada
por el Santo Sínodo, compuesto por todos los obispos en
funciones y por el Santo Sinodo Permanente que,
derivado de aquél, está constituido conforme a lo
prescrito por la Carta Estatutaria de la Iglesia y con
arreglo a las disposiciones del Tomo Patriarcal de 29
de junio de 1850 (mil ochocientos cincuenta) y del Acta
Sinódica de 4 de septiembre de 1928 (mil novecientos
veintiocho).

En consonancia con esta extraña y pormenorizada descripción de la Iglesias dominante en ese país, resulta que los miembros del nuevo gobierno de unidad nacional, designado para hacer frente a la bicha de los problemas económicos, juran sus cargos, con actitud sumisa, ante tres popes, es de suponer que de alta categoría.

Dirán Udes. qué tiene que ver el enorme poder de la iglesia ortodoxa en la Grecia actual con el mal funcionamiento de su economía. Pues mucho, a mi juicio, porque precisamente lo que denota esta influencia social es que se trata de un país atrasado, donde no impera la racionalidad, sino la visceralidad. Parece mentira que estemos ante la cuna de la filosofía, la democracia y la razón pura. Es evidente que la crisis económica grave que padecen los griegos, tiene mucho que ver con los mismos griegos o en realidad tiene todo que ver.

Un gobierno que jura su cargo delante de unos curas con gorro negro resulta a estas alturas simplemente ridículo (y si no fíjense en la cara de papanatas que ponen los ministros, todos juntos además) y refleja una triste realidad, que probablemente está en el origen de todos sus males. Y es que estamos ante una sociedad atrasada y por supuesto mal administrada, que requiere de una renovación política y social profunda, empezando por su misma Constitución que, a estas alturas, da la risa leer.

Grecia se va a salvar, porque Europa, de la que forma parte de pleno derecho, le va a ayudar. Pero se van a tener que poner las pilas muy en serio. Esperemos que lo entiendan y lo hagan.

lunes, 6 de junio de 2011

EL VICIO DEL MOVIL

Lee uno la noticia que reza "Los viajeros de un tren que hacía el recorrido entre Los Angeles y Seattle tuvieron que compartir espacio con una mujer que no paró de hablar a gritos por su teléfono móvil... durante 16 horas".

La noticia tiene su gracia...para los que no tuvimos que aguantar a tal energúmena, a la que al final tuvo que detener la policía, pues además de molestar a todo el mundo, cuando le llamaron la atención, insultó a los otros pasajeros, al personal del tren y hasta a la policía.

En fin, como me decía un simpático portugués en un hotel: "o celular forma parte do corpo" y es cierto que los teléfonos móviles han invadido nuestra vida y nuestra intimidad con una fuerza arrolladora, hasta el punto de que resultan totalmente imprescindibles para la vida actual y no andando mucho el tiempo es fácil que hagan desaparecer a los teléfonos fijos.

No están tan lejanos los tiempos en los que el teléfono de la habitación era un buen negocio para los hoteles. Pero ¿quién es el que usa hoy en día el aparato de la mesilla? Las abultadas notas por uso del teléfono han desaparecido de las facturas hoteleras.

El teléfono móvil no sólo es la forma actual de comunicarse que predomina ya sobre el fijo, es que llevar encima un aparato de estos te puede llegar a salvar la vida o la de otras personas y esto ya ha ocurrido en bastantes ocasiones.

Así pues, el aparatito está lleno de virtudes y de posibilidades. Puede incluso servir para poner en marcha a miles de personas. Junto con Internet (en realidad cada vez es más lo mismo) está sirviendo de medio para toda clase de movimiento sociales, incluyendo las revoluciones del norte de África y nuestro 15 M.

Pero como todo en la vida, tiene su contrapartida. Nos enseñaban antes en filosofía que la pasión no es buena ni mala, depende de para qué se empeñe. A las máquinas y los instrumentos les pasa igual. Y en el caso del teléfono móvil, es cierto que crea adicción. Sin llegar la exageración de la ciudadana americana de la noticia, es lo cierto que muchas personas abusan de su utilización. Tengo amigos que siguen pegados al móvil en el coche, aun teniendo instalado un manos libres y a alguno le ha costado, además de muchos puntos del carnet de conducir, algún grave accidente. Otros que lo usan en cualquier espacio público, hablando a gritos, de forma que parece que quieren que se enteren todos los circundantes de sus negocios o de sus temas familiares. ¿No se han fijado Uds. en mucha gente que, en cuanto el avión se detiene, encienden el móvil para dar la gran noticia de que ya han llegado, como si en ello les fuera la vida?

Este invento e internet, como digo, están revolucionando el mundo, porque permiten la transmisión inmediata de cualquier información, incluyendo sonido e imagen. Si la información es poder, la realidad es que, cada vez más, ese poder está en más manos.
Pero el uso del móvil requiere la asunción de nuevos parámetros de comportamiento social. Precisamente porque permite localizar a cualquiera en cualquier lugar y en cualquier momento, debemos de concienciarnos de que hay que hacer un uso racional, moderado y sobre todo respetuoso para con la intimidad de los demás. Hay gente que se molesta si no le responden al instante o si le cortan la llamada, o si el teléfono al que llaman no está activo, olvidando que al otro lado de la ondas, el posible receptor pueder estar haciendo muchas cosas o pasando incluso una situación apurada o angustiosa. Cuando llamemos por el móvil, pensemos en los demás y seamos tolerantes con el destinatario de la llamada. Como si fuéramos nosotros mismos. Hagamos un buen uso de este potentísimo instrumento social. No es difícil, solo hay que mentalizarse y guardar unas elementales normas de comportamiento. Y que la especie de la parlanchina del tren Los Angeles y Seattle se vaya extinguiendo, para bien de todos.