Udes.
seguramente conocen el chiste de la conversación, por la radio costera, entre
el comandante en jefe de una flota americana, compuesta por un portaviones,
cruceros, fragatas, submarinos y otros artilugios bélicos, capaces de destruir
un pequeño país en poco tiempo, ellos solos, dada su enorme fuerza de fuego y
un extraño comunicante, al que requerían para que se apartaran de su rumbo, so
peligro de llevárselo por delante. Naturalmente, la enorme máquina de guerra
yanqui no iba a variar el rumbo, por un pequeño punto en el radar. Una cosa
insignificante, que se interponía en su camino. El almirante avisaba de que
eran muchos barcos bien armados los que machaban a toda máquina hacia aquellas
coordinadas y avisaba y requería que se apartase, o que se atuviera a las
consecuencias. En el otro lado, una sola voz informaba de que allí estaba él
solo acompañado de un canario, una botella de vino y un bocadillo de jamón. Y
que no se iba a apartar de ninguna manera.
Los yanquis no entendían nada y
pensaban que el tío estaba loco de remate. Sobre todo no comprendía la
arrogancia y la tranquilidad con la que se expresaba al otro lado de la
comunicación, aquél tipo extravagante, que parecía no entender lo que se le
venía encima.
Bueno, ya saben que al final, el raro
comunicante se identificó con los norteamericanos, a los que exigía que
cambiaran su rumbo. Al final dijo, aquí, al habla, el faro de
Finisterre…Imagínense la cara de los marinos estadounidenses.
No es que con Cataluña vaya a pasar lo
mismo, pero casi. El último episodio de la inauguración del AVE hasta Figueras,
roza lo cómico y hasta lo grotesco, por lo que tuvo de diálogo de sordos o
mejor, diría yo de diálogo para besugos, aquellos del TBO, en que uno decía una
cosa y el otro le contestaba otra que nada tenía que ver.
Allí se reúnen el Príncipe, el
Presidente Rajoy, el Presidente catalán, Más y la Ministra de Fomento. Todos
con cara de palo. Se trata de la puesta en marcha de uno de los tramos más
importantes de este ferrocarril rápido, en el cual los españoles somos
punteros, con el mayor número de kilómetros de vías, después de China, ahí es
nada.
Se trata de la comunicación por tren
con Francia y con toda Europa. Pues bien, el alcalde de Gerona (ciudad heroíca
que, como Zaragoza, defendió España contra los franceses con miles de
víctimas)y el amigo Más no dijeron ni una sola palabra ya no de agradecimiento,
sino de reconocimiento por lo que este tramo del AVE supone para Cataluña.
Bueno, Más sí dijo que era bueno para comunicarla con Europa, pero todo fueron
protestas. El victimismo nacionalista encontró otra vez su cauce más ridículo.
Vamos, que yo soy el príncipe, el presidente o la Ministro y me levanto y me
voy y me niego a inaugurar nada. O aun más, desenchufo el chisme y les digo a
estos verdaderos políticos estúpidos y orgullosos que ya vendremos otro dia a
inaugurar, o sea cuando a Udes. les entre la sensatez y un poco de educación.
Que sigan esperando y que se compren una silla bien cómoda a tal fin. Porque
esto es como cuando uno le da todo lo que pide y más a un hijo y este le trata
a baquetazos.
Naturalmente que esto forma parte de la
descentrada España actual en la que estamos con más de seis millones de parados
y esperando que a alguien se le ocurran ideas para arreglar o paliar esto y los
políticos nacionalistas catalanes, eligen el mejor momento para montar el
follón. O sea como si fueran los pilotos del SEPLA o los controladores aéreos,
haciendo huelga en Semana Santa, para joder lo más posible. Porque total, con
los sueldos millonarios que tienen, no pasa nada porque nos descuentes unos
días…
Y el Príncipe, que representa a la
soberanía nacional, porque iba en nombre del Rey, supongo, y el Presidente y la
Ministra, tragando quina, aguantando el discurso de unos subordinados que se insubordinan.
Porque un presidente de una Comunidad autónoma de este país no es políticamente
un igual del Rey o del Presidente del Gobierno. Y si no, mírense la
Constitución, ya verán lo que dice.
Y que Más diga que va a hacer el
referéndum por la independencia de Cataluña, aunque sea contra la Ley, es como
si un delegado de Hacienda dice que se niega a pagar sus impuestos o un
Director General de Tráfico que va a circular cuando quiera a 200 KM por hora.
Está muy bonito, oiga, pero es que va a venir Paco con la rebaja. Y esto no va
a tardar.
El bueno de Rajoy, como gallego de pro,
ni va ni viene, ni se está quieto, ni se mueve. De momento juega a tragar bilis
y poner cara de circunstancias. Pero la profesión va por dentro. Y que nadie se
llame a engaño, la colisión se acerca y es inevitable. Entre otras cosas porque
hay una señora pequeñita, con mucho poder y que las tiene bien puestas (además
es mona ella), que ya avisó lo que va a pasar.
Los nacionalistas juegan a la
provocación y al victimismo, que se les antoja rentable, pero el estado español
va a reaccionar bien pronto, probablemente en cuanto se produzca en el
Parlamento catalán la Ley de cómo le llamen, que abra el camino a la ilegal
consulta. O la redactan muy bien redactada, o se van a encontrar con el primer
veto legal del gobierno de Rajoy. Y esto va a pasar ya. Instrumentos sobran en
la Carta Magna e incluso en el código penal y por otros cauces también.
Naturalmente que los independentistas
usaran cualquier reacción legal de Madrid para lo de siempre, el victimismo y
tratar de ganar adeptos para su causa. Y en ese camino es de augurar que tengan
éxito. Por eso viene el rumbo de colisión. Porque de la actitud irresponsable
de estos políticos nacionalistas solo se pueden derivar males, para Cataluña,
en primer lugar, que va a ser la gran perjudicada de todo esto y para España,
que en este caso es el Faro de Finisterre. Digo.