lunes, 30 de mayo de 2011

LOS DEL QUINCE M

Y a uno le preguntan que le parecen los resultados de las recientes elecciones españolas. Y también la explosión social del movimiento del 15 de mayo, en que bastante gente, sobre todo jóvenes, pero también jubilados y toda clase de ciudadanos, se han echado a la calle, para protestar.

Pues respecto al primer punto, decir que se venía venir y que no hace falta ser ningún sagaz analista político para saber que al partido del gobierno y a su presidente, le iba a pasar factura la situación económica en que se encuentra el país. Esto, por demás, es corriente en cualquier sistema democrático. El partido del poder, si vienen mal dadas, se desgasta enormemente y lo paga en las urnas, mientras el principal partido de la oposición, se limita a criticar sin comprometerse, esperando que la fruta caiga de madura.

Pero la realidad es que la crisis económica mundial, provocada sobre todo por los grandes agentes financieros, especialmente los norteamericanos, ha sacudido a todos los países, pero en particular a los europeos. Porque se trata de una crisis de riqueza. Nada que ver con la debacle de la bolsa de Nueva York de 1.929. Aquí lo que ha existido es exceso de dinero y de gasto. Una burbuja inmobiliaria, que en el caso de España, ha sido enorme y que ha dejado en el paro a millones de personas. Una debacle de las entidades de crédito, de modo que muchas se han ido al tacho y muchas otras han necesitado del apoyo del dinero público.

Y como el crédito no se recupera, el consumo tampoco lo hace y el resultado es que pagan los de siempre, o sea, los pobres.

Así que gobierne el Sr. Zapatero o lo haga el Sr. Rajoy, al cosa está dura, entre otros muchos factores porque tenemos que darnos cuenta de que a la Europa del euro le han salido muchos competidores, además del clásico de EEUU. Y que los llamados países emergentes, cada vez tiene más fuerza, y sobre todo más potencia económica y más liquidez, que parece ser lo que nos falta en estos momentos en España y en otros países de Unión Europea. Nos sobran cosas, casa, coches, de todo, en fin, pero nos falta capacidad de consumo. Y no hay consumo porque hay paro y hay paro porque no hay consumo…Y de esta rueda maldita no parece fácil salir, ni tampoco nadie tiene la varita mágica para solucionarlo en poco tiempo.

En fin, sentado que el voto del 22 M ha sido sobre todo de castigo, aunque los populares tienen tantas vías de agua, de corrupción, nepotismo y procesos judiciales en marcha, que también habría que castigarlos, el resultado como digo era previsible, de forma que con toda probabilidad se aproxima una época de predominio del PP en nuestra vieja piel de toro. Veremos qué hacen y que se les ocurre cuando lleguen al poder. Ojalá sea para bien.

Pero tenemos el movimiento ciudadano del 15 M que, como ya se veía venir también, va a acabar a palos. Lo primero que habría que decir es que la pequeña revuelta (numéricamente son muy pocos, como es obvio), ha comenzado en la nube, o sea, por internet. Lo segundo es que se entiende perfectamente es que los que han salido a la calle se califiquen como indignados, porque es verdad que hay muchas cosas en este y en todos los países de mundo que pueden ser objeto de indignación. La tercera observación es que se trata de un movimiento pacífico. Hay que recordar las revueltas sangrientas del año pasado en países como Alemania o Francia y comparar.

A partir de ahí hay que darse una vuelta por cualquiera de esta concentraciones y se puede observar lo variopinto de los personajes que ahí habitan.

La ideología predominante es la de los llamados antisistema, antiglobalización o antitodo. Muchas de las frases y de los eslogan que se pueden leer, son pura demagogia, cuando no lugares comunes que cualquiera puede suscribir. Me recuerdan a una joven de aspecto desaliñado que se me aproxima y me dice que le firme un manifiesto contra la guerra. Es evidente que todos estamos contra la guerra, pero eso no significa que a veces no sea inevitable y a veces bien necesaria. O sea, que el problema como siempre, es de matices. La realidad es que en la vida nada es totalmente blanco ni totalmente negro. Ni totalmente bueno, ni totalmente malo. Siempre existen tonalidades. La proclamas y asambleas a la griega (me refiero a la antigua, a la del ágora), las intervenciones más o menos brillantes de los participantes no dejan de tener un aire romántico e ingenuo. Quieren acabar con el capitalismo, con la corrupción y caminar hacia una democracia verdadera. ¡Ahí es nada¡ Díganme en que tienda se vende ese producto que me pondré a la cola aunque sea por horas. Y a fe que detesto las colas.

En las proclamas también existe un especie de menosprecio para todos los demás ciudadanos, los que votan por ejemplo a los grandes partidos, como si fueran una pandilla de borregos que ni saben lo que quieren ni a donde van. Bueno, pues tampoco esto es así, chicos. A mi me recuerda a muchos de partidos minoritarios, sobre todo nacionalistas en Galicia, que reniegan de que este país vote mayoritariamente a la derecha. Claro, es que resulta que la democracia consiste en eso, en que todo el mundo pueda dar su opinión. Un hombre, un voto. Y todos los votos valen igual. Este parece que es el menos malo de los sistemas, que hemos inventado hasta ahora.

Hombre, a mí se me ocurre que sería bueno aumentar el protagonismo del pueblo español, ampliando las posibilidades de convocar referéndum, ejercicio democrático bien conveniente y del que por aquí andamos escasos. Habria muchos asuntos que se deberían de votar de forma directa por el pueblo. Y yo propongo que estas consultas se realicen siempre por via telemática, con firma electrónica, que para eso ya tenemos nuestro D.N.I., ahora escasamente utilizado. El ahorro de costes sería inmenso y nuestra democracia se fortalecería. Y el próximo paso a conseguir sería lo que yo llamo “democracia simultánea”, es decir, que todos los ciudadanos participáramos de forma directa en la formación y votación de las leyes, a través como he dicho de medios informáticos, baratos, reales y de resultados inmediatos. Claro que entonces empezarían a sobrar los parlamentos, los senados… Y muchos políticos se quedarían sin chollo. ¿Pero no es eso lo que predican y quieren los de las acampadas del 15M? Pues ahí tienen un idea que de verdad tiene futuro, aunque seguramente muchos no lo veremos. Se la regalo para que la cuelguen de una tienda de campaña. Y les aseguro que es mucho menos utópica que las que hay penduradas en estos momentos por las plazas de España. Salud.

lunes, 23 de mayo de 2011

LO DE BILDU ES BUENO

En el anterior artículo me preguntaba si sería o no bueno para nuestra democracia, la decisión del Tribunal Constitucional de legalizar las candidaturas de BILDU. Después de estas elecciones municipales en el país vasco, ya tengo una opinión calara al respecto. Ha sido una decisión conveniente y adecuada para nuestro sistema democrático. BILDU, coalición de los más radicales independentistas, muchos amigos, simpatizantes o colaboradores a mayor o menor nivel con la banda terrorista, con otros más moderados, aunque todos defensores de lo que ellos llaman EUSKALERRIA, que comprende, según se sabe, las Vascongadas, EL País Vasco Francés y Navarra, ha obtenido unos resultados notables en las urnas y los votos son los que mandan en cualquier sistema democrático que se precie.

Todos tenemos que pasar por ese filtro de la soberanía popular que, cuando ha querido ser sustituído por otras fórmulas más o menos populistas o de líderes iluminados por dioses del cielo o de la tierra, ha terminado en experiencias de dictaduras y tiranías contrarias a los más elementales derechos humanos, sobre todo al que resulta más preciado a mi juicio, es decir, a la libertad de la persona.

El primer resultado positivo, ya lo apuntaba yo en mi anterior artículo. Y es que la ETA se acaba no sólo por la justa presión represiva del estado de derecho, sino porque a estas alturas, los duros de mollera que la apoyaban, ya se han dado cuenta de que por ese camino no van a ninguna parte. Esto es estupendo y bonito, porque por este camino puede que llegue un día en que también se den cuenta de que tampoco van a ninguna parte por el camino político que ahora emprenden, que es ciertamente novedoso, pero que les ha reportado los mejores resultados electorales de toda su azarosa historia.

O sea, a ver si me explico. No encontrarán Udes. a alguien menos nacionalista que yo y menos de los nacionalismos españoles que me parecen trasnochados y estériles. Pero la voluntad del pueblo, expresado libremente a través de las urnas, hay que respetarla, porque esa es la base de la democracia, un hombre un voto. Y como nadie está en posesión de la verdad, esta es la única manera de entenderse de las personas que vivimos en comunidad. Y da lo mismo las ideas que se defiendan, por absurdas que sean, siempre que encajen con el respeto a los derechos de los demás, que esto es la esencia de la democracia. En realidad sólo se trata de organizar la sociedad de manera que los conflictos que siempre surgen se canalicen a través de procedimientos establecidos legalmente y, por supuesto, pacíficos, de manera que el uso de la violencia esté solamente reservado a los encargados precisamente de defender la Ley y el orden, de proteger la libertad y seguridad de los ciudadanos, de defender el sistema, en suma.

Esto no es fácil, pero se puede conseguir, o al menos aproximarse bastante, y en este camino andamos toda la gente de buena fe, a la busca de mejorar y perfeccionar este sistema, que es el menos malo de los conocidos.

Por la parte de los que no creemos en las divisiones sino en las uniones, no de países pequeñitos con menos habitantes que un barrio de una gran ciudad, sino de todos en general, el fenómeno BILDU se entiende como una nueva fase en la política de una región española conflictiva desde hace muchos años y que ahora va a serlo todavía más, pero en el aspecto de la legítima lucha política. El PNV llamará con toda seguridad a la puerta de los BILDU, pero no de forma incondicional, porque a pesar de la similitudes soberanistas, el resto de la ideología les separa en larga distancia. Ahora se van a ver las cosas más claras y el futuro que viene se antoja bien interesante, sobre todo si se termina de una vez con la pesadilla de ETA y de la KALEBORROKA.

En ese sentido, lo de BILDU es bueno, porque el proceso ha sido democrático y no ha habido incidentes. Y el pueblo ha hablado por los cauces establecidos. Hay que desear que esto siga adelante y que de verdad se acaben los asesinatos, el impuesto revolucionario, los chantajes y las amenzas, los guardaespaldas…etc. etc… y que el país vasco, nuestro precioso país vasco, entre en una via de total normalidad política, que le lleve a la paz y prosperidad que todos le deseamos. Que así sea.

lunes, 16 de mayo de 2011

LO DE BILDU ¿ES BUENO O ES MALO?

Tras los rifirrafes de costumbre, por un lado el PSOE, por otro el PP, al final parece que ha sido el PNV quien se ha llevado el gato al agua. Con su advertencia, más bien amenaza, de cortar la hierba bajo los pies del partido del gobierno español, anunciando que no apoyará los presupuesto del Estado si no se permite la participación de la coalición BILDIU en las próximas elecciones, el Tribunal Constitucional va y corrige al Supremo, y abre la puerta a los aberchales para que entren otra vez donde ya estuvieron tanto tiempo, aunque de esta mezclados y posiblemente condicionados por sus compañeros de coalición.

Lo primero que hay que señalar es que la solución del Tribunal Constitucional hay respetarla y acatarla, porque esas son las reglas del juego. Los radicales van a poder participar en estas elecciones porque se lo ha permitido el máximo órgano de interpretación de la Constitución. El más alto tribunal español, que es el que tiene competencia para decir quien está dentro y quien no de los principios de nuestra más alta norma. Que el TC es un tribunal político que aplica nuestra ley máxima, es sabido. Pero eso funciona así en muchas democracias bien consolidadas. Y al fin y al cabo, la decisión de legalizar BILDIU tiene muchas más facetas de lo político que de lo jurídico, aunque el argumento principal para la legalización es bien defendible, porque no se debe de privar a ningún ciudadado de sus derechos fundamentales por meras sospechas.

Pero en esta decisión histórica hay más, mucho más de razones de fondo para la legalización de esta coalición de independentistas vascos. Sobre todo se trata de saber si esta gente va de verdad en serio y ha decidido dejar de apoyar la via violenta, cuando no de participar en ella, para intentar conseguir sus objetivos por la vía pacífica y democrática. Es bien cierto que si han llegado a esta situación para ellos evidentemente incómoda, de tener que pactar con otras fuerzas más moderadas que las suyas, ha sido precisamente porque el estado de derecho español les ha forzado a ello, amenazando con dejarles sin el pan ni la sal y con la calle o la cárcel como única salida. Las fanfarronadas que a menudo dicen esconden la realidad de que han sido vencidos en cierto modo por la democracia española. La ETA está en las últimas y no precisamente por propia decisión, sino porque se le ha cascado bien duro en la via policial y judicial. Y la izquierda independentista que les apoyaba ha tenido que entrar por el aro de unirse con otros más a su derecha, para entenderse y diluirse con ellos, para poder pasar el tamiz de presentarse a las elecciones.

En mi opinión, la decisión del TC ha sido acertada, aunque el tiempo nos dirá hasta que punto, pero abrir la puerta a una coalición política a la que se le concede en las encuestas hasta un 18% de votación, parece un ejercicio de sentido común político y democrático. Una, porque no es bueno dejar fuera del juego de las elecciones a tanta gente y otra, porque así conoceremos exactamente su fuerza y su juego, que siempre es mejor ver a la luz del día que no imaginarlo en las cavernas de la clandestinidad.

Así pues, la joven democracia española ha realizado otro gesto de generosidad política con los que se declaran sus abiertos enemigos, pero que han puesto blanco sobre negro que renuncian a la violencia como elemento del juego político. Naturalmente que pueden existir y seguro que las hay, las reservas mentales, como cuando los judíos o los musulmanes españoles aceptaban la fe católica y en sus casas continuaban con sus cultos. Pero no es menos cierto que el hecho de entrar por la puerta que le ha dejado abierta el constitucional ya es un principio de cambio importante.

Por supuesto que nos queda un largo camino que andar y habrá que estar vigilantes con los que se infiltren y pretendan seguir con las mismas, una vez que hayan logrado entrar en las instituciones. Pero el estado español tiene instrumentos legales en la actualidad para detectar y corregir estas posibles y previsibles conductas. La lucha contra ETA no va a parar, sus presos van a cumplir sus condenas. Los carteles de los etarras y sus homenajes y apologías van a seguir en tolerancia cero y así todo lo demás. Y los aberchales tienen que tener todo esto muy claro. Y a partir de ahí, que luchen democráticamente por sus ideas, que nadie les ha negado nunca su derecho a hacerlo dentro de la Constitución de 1978,.

De momento, todos son tan españoles como Ud. o yo y es por eso que la sentencia del Tribunal Constitucional les reconoce sus derechos como debería de hacer con cualquier otro ciudadano que lo solicite. Y a los que se salgan del cauce legal, pues caña al mono hasta que se aprenda el catecismo en euskera. No es tan difícil, digo yo.

lunes, 9 de mayo de 2011

BIN LADEN...Y AHORA QUÉ

Y el enorme aparato del estado norteamericano, por fin ha conseguido el objetivo anunciado por el expresidente Bush. Declaró la guerra a Al Qaeda y a Bin Laden y ahí sigue Obama, que ha logrado que bajo su mandato se le dé el más duro golpe a esta terrible organización fundamentalista.

La muerte violenta de Bin Laden va a marcar un antes y un después en “la base”. Lo primero que habría que comentar es la circunstancia curiosa de que el jefe de esta banda, con su familia y acólitos, viviera tranquilamente en una pequeña población de Pakistán, rodeado de viviendas de jefes militares e incluso cerca de una academia castrense. Es evidente que los servicios de información de este país o no se enteran ni controlan nada, o han ocultado al de la barba y el turbante. Yo pienso que el líder terrorista le ha soltado mucho dinero sobre todo a los que dirigen el cotarro de la información, que se han guardado cuidadosamente a cambio de la pasta.

Cualquiera de los dos supuestos justifica sobradamente que las tropas especiales de la marina americana hayan actuado por su cuenta para atacar el bastión atrincherado del líder integrista. Ahora entonan como plañideras, quejándose de la invasión de su territorio aunque sea para propósito tan plausible, como cargarse a este desagradable individuo. La realidad es que las armas americanas vienen actuando en Afganistan y en Pakistán, en sus zonas fronterizas, desde el principio de esta guerra, sin frentes ni enemigos visibles y localizados, que ha precisado de todos los esfuerzos técnicos y humanos para combatir a los talibanes y sus adláteres.

Es cierto que el gobierno norteamericano funciona como cualquier otra gran potencia, con la razón de estado, como arma de sus actuaciones, particularmente cuando trata a nivel internacional y mucho más si de la seguridad yanqui se ve atacada. Estaba yo un dia para acceder a las oficinas de un compañero abogado en Nueva York, instaladas en un rascacielos cerca de la estación central y pude comprobar en vivo y en directo cómo se las gastan allí con la seguridad. Me costó Dios y ayuda el conseguir entrar al edificio y eso que tenía cita y el teléfono particular de mi amigo. En España no se concebirían tales restricciones para entrar a un simple despacho de un abogado. En fin, ellos han conseguido que los fanáticos musulmanes no hayan podido repetir cualquier atentado con bomba, desde la tragedia del 1 de septiembre del 2001.

Otra cosa que llama la atención y es una buena noticia, como es la muerte de este terrorista asesino, es que la repercusión real a nivel de manifestaciones ha sido bien escasa e incluso las ha habido de signo contrario. Esto abre una espita de esperanza en que los mulsumanes integristas fanáticos dispuestos a matar a todo aquél que no piense como ello no son tantos como se pensaba ni tienen tantos seguidores, lo cual resulta lógico porque los alcaedos no sólo matan occidentales, sino también musulmanes, como sabemos por la triste historia de atentados en muchos países asiáticos o de oriente medio.

Al parecer, Bin Laden era de verdad la cabeza de lo que suponíamos una hidra con mucho e ignotos brazos, capaces de desgajarse del cuerpo principal, como rabos de lagartija y actuar de forma independiente, unidos a apenas por las ideas. Parece que no es tanto así y esto es otra buena noticia. Casi siempre los terroristas y los extremistas, sean del signo que sean tratan de compensar lo reducido de su número a base de chillar, amenazar y aparentar que son muchos, pero a menudo esto suele ser prueba de su propia debilidad.

Creo sinceramente que Al Qaeda, está de capa caída y la muerte de Bin Laden es un golpe durísimo del que no se van a recuperar. Porque ahora viene la lucha de los segundones para ocupar su puesto. Ahí tenemos al médico egipcio Al Zawahiri (organizador entre otros del atentado que costó la vida al presidente egipcio Anuar el Sadat) y a otros que ni siquiera conocemos. Pero ninguno tiene el carisma suficiente para sustituir al jefe caído, a quien sus seguidores ya tienen por santo. Lo más probable es que comiencen a luchar entre ellos por el poder (como es normal entre los mismos talibanes e integristas) yque acabe habiendo disensiones y cismas que sólo harán que beneficiar la desaparición más o menos lejana de este movimiento musulmán, que tanto daño a causado a todo el mundo.

Por otra parte, hay opiniones para todos los gustos respecto a la forma de actuar del gobierno de EEUU en este asunto. Desde los que dicen que se trata de un asesinato, porque lo que habría que hacer es detenerlo y juzgarlo, hasta los que creemos que el derecho penal civilizado todavía no es aplicable en muchos casos como el presente.

Y los que disientan de esto, que prueben a detener a un tipo así, para ponerlo a disposición de la justicia o que digan cómo se puede hacer y si no, que se dejen de tonterías. La verdad, es que los únicos que han demostrado ser capaces de acabar con esta amenaza humana han sido los yanquis y hay que felicitarlos por ello. No olvidemos que, en el camino, a nosotros se nos quedaron 150 muertos. Y aunque parece que yo tenia razón cuando decía en mi último artículo, que habían sido los mismos del atentado de Marraquech (emplearon teléfonos móviles también), la realidad es que todos van por el mismo camino de odio, terror y violencia indiscriminada.

Bin Laden ha muerto y bien muerto está. Y ahora lo que procede hacer a mi juicio es tratar de fomentar y ayudar al islamismo moderado, para contrarestar en una generación, las enseñanzas de las escuelas radicales. Y por supuesto apoyar de la mejor manera las revoluciones populares que se están produciendo en los países árabes del Norte de Afríca y Oriente medio. Ahí está la clave de la renovación de los sistemas corruptos que vienen perviviendo en casi todos los casos con ayuda de las potencias occidentales, a las que lo único que parece interesarle es el petróleo barato y para ello precisan de la estabilidad política de los países productores, aunque sea a costa de apoyar regímenes tiránicos como los que ahora están siendo cuestionados y combatidos por sus propios ciudadanos-súbditos.

domingo, 1 de mayo de 2011

EL ATENTADO DE MARRUECOS

Y los integristas islámicos atacan de nuevo. El terrible atentado de Marrakech, la bomba asesina que ha producido quince muertos y bastantes heridos, tiene el sello de los mismos que nos pusieron las del metro de Madrid. Todo apunta a los salafistas, terrible secta de musulmanes fanáticos, asentados sobre todo en el norte de Africa, en países como Argelia, Túnez o Marruecos.

Cuando las revoluciones populares están explotando en lugares como Túnez, Libia, Egipto o Siria, movimientos populares espontáneos que provienen no ya de del impulso de líderes religiosos, como ocurrió en su día en el Irán del Sha de Persia, sino de la inquietud y el descontento popular, facilitadas en cuanto a la unión de las masas por los medios de comunicación actuales, que están al alcance de todo el mundo y sobre todo de los más jóvenes, que son los que sienten sobre sus espaldas las enormes injusticias sociales que se dan en estos sitios, en donde une minoría oligárquica, atesora todo el poder político y económico. Mantener un estado de excepción durante decenas de años, como ocurre en Siria, por ejemplo, con las consecuencias de limitación de los más elementales derechos humanos que conlleva tal medida, no se concibe más que en sistemas políticos puramente dictatoriales y aun tiránicos. En casi todos los casos, la religión juega además con el poder como poderoso elemento de sumisión del pueblo llano, sobre todo cuando ambos se alian en la persona física del dirigente, que une a su poder temporal el que emana de la divinidad a quien dice representar.

Así las cosas, se podría aducir que los levantamientos populares contra el poder establecido no van a llevar a una salida democrática, pues ninguna tradición existe al respecto e incluso faltan líderes carismáticos que puedan encauzar las fuerzas rebeldes para crear un estado nuevo. O en otras palabras, que todo va a cambiar para que nada cambie. Yo personalmente creo y confio en que esta vez no sea así. Pienso que ahora los levantamientos populares han sido expontáneos y producto del cansancio de la gente sometida a estos regímenes tiránicos, que lleva a los súbditos-ciudadanos a enfrentarse a los tanques y armas de fuego de guerra con las manos desnudas. Y esto tiene que producir su efecto, tanto a nivel internacional, siendo obligación de la ONU el adoptar medidas para proteger a gentes indefensas que sólo están reclamando los más elementales derechos fundamentales, así como otras encaminadas a obligar a los dirigentes de tales estados a permitir la evolución política que el pueblo reclama hasta con sangre.

No podemos olvidar que nuestras democracias actuales, con su principio de separación de poderes, enunciado en su dia por Montesquieu, nacieron prácticamente en el siglo dieciocho con la Revolución francesa de 1789, la cual, como es sabido, hizo correr ríos de sangre. Tampoco entonces los franceses tenían noción alguna de lo que era la soberanía popular ni de las consecuencias que se iban a derivar de aquellos trágicos acontecimientos. Sin querer comparar por supuesto los movimientos de rebelión de estos pueblos árabes contra sus actuales dirigentes, no sería justo que les negáramos la posibilidad de evolución política que se atisba en todos ellos, ni nuestro decidido apoyo para que regímenes totalmente ultrapasados por sus respectivas realidades sociales, puedan mejorar su situación y evolucionar hacia sistemas democráticos más justos y avanzados, para lo cual hace falta bien poco, teniendo en cuenta del bajo nivel del que parten en tal aspecto.

Pero en medio de todos estos terremotos sociales que están sacudiendo a los países aludidos, existen los fanáticos religiosos que van a tratar de sacar beneficios para sus odiosas y demenciales causas. Aquí nos encontramos con hechos luctuosos como el atentado de Marruecos que debe de ser condenado sin ambajes a todos los niveles y sobre todo por el mismo pueblo de Marruecos, que debería también de estar interesado profundamente en que su país mejore políticamente, pero no a base de bombazos, sino por el camino de la lucha cívica que, a la larga, es el único válido para transformar y mejorar una sociedad.