lunes, 23 de mayo de 2011

LO DE BILDU ES BUENO

En el anterior artículo me preguntaba si sería o no bueno para nuestra democracia, la decisión del Tribunal Constitucional de legalizar las candidaturas de BILDU. Después de estas elecciones municipales en el país vasco, ya tengo una opinión calara al respecto. Ha sido una decisión conveniente y adecuada para nuestro sistema democrático. BILDU, coalición de los más radicales independentistas, muchos amigos, simpatizantes o colaboradores a mayor o menor nivel con la banda terrorista, con otros más moderados, aunque todos defensores de lo que ellos llaman EUSKALERRIA, que comprende, según se sabe, las Vascongadas, EL País Vasco Francés y Navarra, ha obtenido unos resultados notables en las urnas y los votos son los que mandan en cualquier sistema democrático que se precie.

Todos tenemos que pasar por ese filtro de la soberanía popular que, cuando ha querido ser sustituído por otras fórmulas más o menos populistas o de líderes iluminados por dioses del cielo o de la tierra, ha terminado en experiencias de dictaduras y tiranías contrarias a los más elementales derechos humanos, sobre todo al que resulta más preciado a mi juicio, es decir, a la libertad de la persona.

El primer resultado positivo, ya lo apuntaba yo en mi anterior artículo. Y es que la ETA se acaba no sólo por la justa presión represiva del estado de derecho, sino porque a estas alturas, los duros de mollera que la apoyaban, ya se han dado cuenta de que por ese camino no van a ninguna parte. Esto es estupendo y bonito, porque por este camino puede que llegue un día en que también se den cuenta de que tampoco van a ninguna parte por el camino político que ahora emprenden, que es ciertamente novedoso, pero que les ha reportado los mejores resultados electorales de toda su azarosa historia.

O sea, a ver si me explico. No encontrarán Udes. a alguien menos nacionalista que yo y menos de los nacionalismos españoles que me parecen trasnochados y estériles. Pero la voluntad del pueblo, expresado libremente a través de las urnas, hay que respetarla, porque esa es la base de la democracia, un hombre un voto. Y como nadie está en posesión de la verdad, esta es la única manera de entenderse de las personas que vivimos en comunidad. Y da lo mismo las ideas que se defiendan, por absurdas que sean, siempre que encajen con el respeto a los derechos de los demás, que esto es la esencia de la democracia. En realidad sólo se trata de organizar la sociedad de manera que los conflictos que siempre surgen se canalicen a través de procedimientos establecidos legalmente y, por supuesto, pacíficos, de manera que el uso de la violencia esté solamente reservado a los encargados precisamente de defender la Ley y el orden, de proteger la libertad y seguridad de los ciudadanos, de defender el sistema, en suma.

Esto no es fácil, pero se puede conseguir, o al menos aproximarse bastante, y en este camino andamos toda la gente de buena fe, a la busca de mejorar y perfeccionar este sistema, que es el menos malo de los conocidos.

Por la parte de los que no creemos en las divisiones sino en las uniones, no de países pequeñitos con menos habitantes que un barrio de una gran ciudad, sino de todos en general, el fenómeno BILDU se entiende como una nueva fase en la política de una región española conflictiva desde hace muchos años y que ahora va a serlo todavía más, pero en el aspecto de la legítima lucha política. El PNV llamará con toda seguridad a la puerta de los BILDU, pero no de forma incondicional, porque a pesar de la similitudes soberanistas, el resto de la ideología les separa en larga distancia. Ahora se van a ver las cosas más claras y el futuro que viene se antoja bien interesante, sobre todo si se termina de una vez con la pesadilla de ETA y de la KALEBORROKA.

En ese sentido, lo de BILDU es bueno, porque el proceso ha sido democrático y no ha habido incidentes. Y el pueblo ha hablado por los cauces establecidos. Hay que desear que esto siga adelante y que de verdad se acaben los asesinatos, el impuesto revolucionario, los chantajes y las amenzas, los guardaespaldas…etc. etc… y que el país vasco, nuestro precioso país vasco, entre en una via de total normalidad política, que le lleve a la paz y prosperidad que todos le deseamos. Que así sea.

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