martes, 25 de mayo de 2010

TODOS A AHORRAR

España está con cuatro millones y muchos parados, como bien señalan constantemente las gentes del PP, que parece que se regocijan con el dato, los muy…. Y digo yo, que cuando tenemos parados es porque antes teníamos muchos empleados. Eso no pasa en Somalia, oiga, donde no hay parados porque nunca nadie trabaja. Bueno si, los piratas, que son los que mejor viven allí.

Aunque parezca una perogrullada, para estar como parado, antes hay que estar como empleado. Las economías europeas, no solo la griega, la española o la portuguesa, se están poniendo las pilas. TODAS. El Reino Unido e Italia, también, por supuesto, y se han lanzado a planes de contención del gasto público o del defícit, como Udes. quieran. Se trata de proteger el euro, que lleva mucho tiempo por encima del dólar y aun sigue así.

O sea, los planes de apretarse el cinturón, pasan por la reducción de salarios de los funcionarios, loS créditos de los Ayuntamientos, las obras públicas…
Digo yo, si también le tocará a las “embajadas” catalanas de Carod Rovira, por ejemplo, que en realidad dan la risa, pero cuestan bien caras…

Miren Udes., en un estado moderno europeo, hay tanto y tanto de donde recortar en el gasto, que todos nos quedaríamos pasmados si supiéramos la realidad de adonde van los dineros de nuestros impuestos.

Donde no hay nada que recortar es en Somalia, porque como no se le limiten el número de municiones a los piratas mendicantes que asaltan los barcos…

Por cierto que en Holanda acaban de iniciar un juicio contra estos piratones, altos, delgados, todo ojos negros como el carbón. Lo primero que les habrá llamado la atención a estos chicos es lo bien que se vive en las cárceles europeas. Vamos, que en cuanto acabe el juicio y consigan salir de la trena, no hay uno sólo que vuelva a Somalia ni la madre que la parió. Y que vayan a asaltar barcos los abogados ingleses que tramitan los rescates. Porque el pirata que ha tenido la suerte de caer en Holanda, a ese, no lo sacan de allí ni con espátula y agua caliente.

Así, la crisis sigue viva, para que todos nos angustiemos pensando en que a los funcionarios les van a recortar el sueldo. No paro de llorar desde que conocí la noticia. Menos mal que no los amenazan con aumentarles el trabajo, porque ya sería cruel. Pero cuando hay tanta gente sin curro ni fijo ni discontínuo, tener un chollo pa la vida es un tesoro.

Así que, todos a ahorrar, que luego, cuando juntemos, ya empezaremos de nuevo a gastar como locos. Esto es la economía. Y si no, al tiempo.

lunes, 24 de mayo de 2010

CUANDO LAS MURALLAS NOS PROTEGIAN.-

El mundo está lleno de murallas. Desde las más famosas, como la de China, las de Lugo o las de Avila (¡Qué cosa más fotogénica, sobre todo de noche y a distancia, estas murallas!). En realidad todas las ciudades importantes han estado protegidas por estas construcciones en una u otra época de la historia. Leonardo da Vinci, uno de los hombres más geniales de la historia de la humanidad, tenía entre sus especialidades, la construcción de fortificaciones defensivas militares, o sea de murallas.


La muralla servía para protegerse del enemigo de fuera, pero a menudo era el recinto en donde los defensores morían padeciendo lentamente el sitio que los atacantes les imponían, para rendirlos por sed, hambre, enfermedad y desesperación.


Hoy las murallas sólo son recuerdos del pasado, que recorren los turistas, no sin esfuerzo, asombrándose del enorme trabajo que nuestros ancestros pasaron para construirlas. En la construcción de la muralla China, por ejemplo, se dice que murieron más de diez millones de personas para edificarlas.


Ahora tenemos nuestras propias murallas, pero estas son intangibles, invisibles, aunque no menos eficaces que aquellas medievales de que estábamos hablando. Nuestras murallas se llaman egoismo, insolidaridad, incivismo y están construidas como defensas eficaces para aislarnos de los demás, de los que suponemos nos vienes a atacar.


Las antiguas murallas de piedra tenían la ventaja de que unian hasta la muerte a los que se refugiaban dentro de ellas, entre otras muchas cosas, porque la causa de la superviviencia era común y la unión hacía la fuerza. Y todo el mundo entendía el principio.


Nuestras murallas no tienen esa condición. Antes al contrario, sirven al individualismo, al aislamiento personal, a la falta de eficacia social.


Definitivamente, creo que eran mejores aquellas murallas de piedra, que hoy disfrutamos como monumentos peripatéticos.

miércoles, 19 de mayo de 2010

EL CASO CAMPS...LA HISTORIA SIGUE

Y ya pasó un año (tempus fugit…, que decían los romanos, pero yo creo que más bien vuela), de cuando me jugué con un amigo una mariscada acerca de la historia de los trajes del presidente Valenciano. Yo mantuve que al final resultaría empapelado, porque el benevolente auto de sobreseimiento dictado en su día por el Tribunal Superior de Justicia de esa Comunidad sería revocado al fin por el Tribunal Supremo. Así acaba de ocurrir y aunque el curilla sigue con la sonrisa de palo, esta se va volviendo cada vez más una mueca, un simulacro, porque la procesión va por dentro.

Camps ha mentido descaradamente en el asunto de los trajes, que le fueron evidentemente regalados y el hecho de que tales dádivas no se puedan conectar con favores concretos a la trama GURTEL, no le que quita un ápice a la realidad de dónde vienen los regalos y en qué contexto estaban hechos. La amistad del Presidente valanciano con el “bigotes” no es el mejor referente para establecer un criterio disculpatorio de unas donaciones que, cuantitativamente, no representan sino la punta de iceberg de cosas mucho más gordas.

Evidentemente y desde el punto penal, estamos ante un delito bien leve, llamado de cohecho impropio, que consiste en recibir alguna dádiva por el mero hecho de ostentar un cargo público. Porque si se descubre que el regalo lleva consigo alguna otra clase de contraprestación, entonces ya entramos de lleno en el coecho o soborno puro y duro.

Pero la cuestión de los trajes va a trascender al ámbito meramente penal, sobre todo porque se trata de un juicio con jurado, con lo que ello supone de carga emotiva directa. Es decir, va a ser el pueblo el que juzgue el delito. Diré que si hay un tipo penal para el que encuentro más adecuado el juicio popular, es precisamente el de cohecho, por lo que se supone de establecer de forma directa la justicia ciudadana, sin intermediarios judiciales. Y así el ámbito penal de un delito no grave, se engrandece al estar el presunto responsable bajo la lupa del ciudadano de a pie, sobre todo porque su responsabilidad política va con el cargo. Y estamos hablando del Presidente de una de las Comunidades Autónomas más importantes de España.

Que el juicio al Sr. Camps se va a convertir en un juicio político, no me cabe la menor duda. Hasta dónde le va a quedar fuelle a él y al Sr. Rajoy, que sigue apoyándole, para aguantar las tarascadas que les esperan, nos dará la medida política de ambos y la escala de valores por la que se rigen.

sábado, 15 de mayo de 2010

Y GARZON...PUNTO FINAL

Sin querer ser petulante, creo que he sido de los pocos que he predicho con pelos y señales lo que iba a ocurrir con el Juez Garzón (y también lo que iba a acabar haciendo el Magistrado Varela). Si se molestan en leer mi artículo del 14 de abril, titulado Garzón y Robespierre, ahí se describe de forma creo que condensada, pero sin que falte nada, porqué yo consideraba que el juez estrella iba a acabar en la guillotina de papel. Creo que lo explico con bastante sencillez.

No se trata de hacer astillas del árbol caido, que el hombre ya bastante tiene con que lo echen de un Juzgado en el que ha permanecido 22 años y en el que ha ostentado un poder desamesurado, pero sí de confirmar aquello de que: “tanto va el cántaro a la fuente…”

Por supuesto que, como acusado, tiene todo el derecho a la presunción de inocencia, pero saltarse la ley a la torera o inventársela, ni es la mejor forma de hacer amigos ni de actuar como instructor de una causa.

Veremos qué pasa con el tema de las escuchas de las conversaciones entre abogados y defendidos en el caso GURTEL, medida que yo sepa que solo se le ha ocurrido a él en toda la historia de la judicatura española. Veremos.

Mientras tanto también vamos a ver que ocurre con su petición de incorporarse a la Corte Penal Internacional. Mi opinion es que tampoco el Consejo se lo va a conceder. Al estar suspendido como Juez, pendiente de un juicio por prevaricación, no parece muy correcto que le manden en representación de España. Como la mujer del César, un juez no solo tiene que ser honrado, sino parecerlo.

Así las cosas, tal vez se cumpla otra de mis predicciones y es que el Juez Garzón deje de serlo por voluntad propia y se dedique a la abogacía o a dar conferencias por muchos sitios en el mundo donde se le quiere y se le admira. Esto me parece lo más problable.

lunes, 10 de mayo de 2010

OTRA VEZ EL JUEZ LUCIANO VARELA

Pues el Tribunal Supremo ya ha resuelto, sin ulterior recurso, la recusación por parcialidad formulada por la defense del Juez Garzón contra su compañero Luciano Varela. Y le da la razón a Varela, con lo cual este recupera el protagonismo y tiene otra vez la sartén por el mango (más bien tiene el mango y la sartén, porque la decisión que ahora adopte es bien importante y va a decidir la suerte del ³Juez estrella²). Y no exagero cuando digo esto, porque si el Instructor decide abrir el juicio oral, Baltasar Garzón deberá ser cesado provisionalmente como Juez, con lo que eso supone a nivel personal y público. Si la izquierda que lo ha metido en ese callejón sin salida quería un mártir de la democracia, pues ya lo va a tener. Lo más triste es que quien lo manda a la guillotina de papel es precisamente un colega suyo de ideas políticas afines. Si leen el Faro de Vigo de hoy, podrán visionar un vídeo de una conferencia de Garzón en el Club Faro de Vigo y quien lo presenta es precisamenteŠsu Señoría D. Luciano Varela, ambos por cierto mucho más jóvenes y sin apenas pelo blanco.

Pues bien, aunque el sentarse en el lugar de los acusados por un delito no supone condena, sí es la imposición de lo que los abogados llamamos con bastante acierto creo, la ³pena de banquillo². Y si el que la va a sufrir es una persona de tintes histriónicos como el Juez Baltasar Garzón, las consecuencias pueden ser impensadas. Por mi parte pienso que este magistrado puede incluso llegar a abandonar la profesión y dedicarse a la abogacíaŠo a la política, donde, por cierto encajarían muchos mejor sus peleas personales contra el franquismo y otros ismos que han asolado nuestro planeta durante el siglo veinte.

Pero volvamos con D. Luciano. Ahora tiene en las manos la patata caliente de decidir si abre o no el juicio oral, con lo que todo eso lleva consigo. Teniendo en cuenta los tintes políticos de la entidad querellante, única que ha formulado acusación, ahora sí que se va a ver su verdadera talla de hombre de leyes. Porque tendrá que luchar entre sus simpatías políticas y sus convicciones jurídicas en este caso. Y lo mejor de todo esto es que, adopte la decisión que sea, ambas están dentro de un margen jurídico aceptable.

Personalmente opino que Varela está por la apertura del juicio oral y que se defienda Garzón ante el Tribunal, pues esto se deduce de las sucesivas resoluciones que ha adoptado en la causa, con las que debería de ser consecuente. No obstante, si tal cosa hace, le quitará el puesto al caballo del General Espartero. Y ya saben Udes. a que me refiero. Porque lo que le espera en la calle no se lo deseo yo ni a mi peor enemigo. Por mi parte, me quitaré el sobrero y diré como ya lo digo ahora que nos hacen falta muchos jueces como D. Luciano Varela, para que la justicia funcione de verdad, con independencia y eficacia. He dicho.

martes, 4 de mayo de 2010

LA CRISIS DEL EMPLEO

Visitando un museo de la telefonía, contemplando los aparatos de comunicación, no tan antiguos, pues algunos tendrán 20 o 30 años, a la vista de las centralitas y de los miles de puestos de trabajo que se crearon como consecuencia de este invento. ³Su conferencia con Salamanca..² decía la voz siempre femenina al otro lado del teléfono siempre negro. Y el usuario se consideraba hombre feliz, por haber conseguido la comunicación en un tiempo récord de una o dos horasŠ reflexionaba acerca de cómo y cuánto han cambiado las cosas en el aspecto de las comunicaciones. Hoy en día, con millones de teléfonos inalámbricos, con Internet, los segundos de retraso en una comunicación nos parecen inacabables e inadmisibles. Queremos todo al instante y puntualmente y cualquier retraso, por pequeño que sea, trastoca nuestro ritmo de trabajo y puede llegar a provocar incluso reclamaciones legales.

Todos aquellos miles y miles de puestos de trabajo desaparecieron, la tecnología los borró del mapa, pero el mismo desarrollo de las comunicaciones ha multiplicado por mucho tales empleos y ha creado otros nuevos, de los que ni siquiera se sospechaba puedieran llegar a existir.

Mientras unos trabajos desaparecen por innecesarios, otros surgen como setas después de la lluvia. Si a nuestros abuelos les dijeran que habría gente que se ganaría la vida por ejemplo paseando perros de otras personas, se quedarían asombrados. Pues si van a Nueva York y se dan una vuelta por Central Park, como hacen todos los turistas, podrán ver el espectáculo gracioso de los ³pasea chuchos², que resulta tanto más cómico, como que los animales son de distintas razas y tamaños y vemos a un Gran Danés, tirando del grupo y arrastrando a un Chiguagua.

En fin el desarrollo de la sociedad humana ha sido capaz de generar riqueza y puestos de trabajo dignos como nunca se ha conocido en la historia de la humanidad. Pero en el gérmen de todo progreso está ínsito el problema y la causa de su destrucción. Y así como pasa con los medicamentos, lo que cura una cosa afecta y pueden dañar otra.

Y con los puestos de trabajo pasa lo mismo. La misma evolución de la sociedad produce enorme riqueza y la posibilidad de que gran cantidad de bienes están al alcance de todo el mundo. En realidad, cabría hablar de problemas de superproducción en el mundo desarrollado. Tenemos de todo, producimos en exceso para cubrir la demanda. La competencia entre las empresas, hace que unas se arruinen y otras se enriquezcan, lo que forma parte del mecanismo saludable de la renovación natural. A la vez, el mundo pobre sigue tan pobre como siempre o más si cabe.

Las crisis económicas del mundo capitalista ya no son de escasez, de hambruna, de pestes, como en la edad media y en el mundo antiguo. Son de crecimiento, de supervaloración de activos, sobre todo inmobiliarios, de exceso de crédito, de exceso de producción.

Si se quedan sin trabajo y en el paro millones de trabajadores, es porque tenían trabajo. Parece una simpleza, pero en realidad es lo que pasa. Cuando un sector sobredimensionado, como ha pasado en España con el del ladrillo, cae como consecuencia de su misma y exagerada hipertrofia, el efecto multiplicador que produce lanza a la calle a ciento de miles de personas. Pero como ya dije, en el mismo bien de desarrollo económico que produjo el mundo inmobiliario, estaba el germen de su propia destrucción. En realidad no deberíamos asombrarnos porque haya pasado lo que ha pasado.

La crisis económica más importante ha venido precisamente de donde se generaba la riqueza que luego ha producido la crisis, es decir, del aparato financiero capitalista de finales del siglo veinte. La especulación, la ingenieria financiera sin control, lo beneficios exagerados de las entidades bancarias, las comisiones, los altos sueldos de los ejecutivos, primeros beneficiarios del sistema y principales verdugos y responsables de su caídaŠ

Tienen razón los sindicatos y los partidos de izquierda cuando dicen que los que han provocado la crisis deben de pagarla. Pero esto no funciona así, porque en el capitalismo el que sigue teniendo el poder es el capital y los trabajadores continúan siendo las principales víctimas de las recesiones económicas.

La única solución pasa por el pacto social, serio y justo de todas las fuerzas de un país, debiendo dar ejemplo en primer lugar los que están arriba en la escala social, es decir, los que tienen el poder, ya sea político o económico y los sindicatos haciendo ejercicio de responsabilidad. Y empujar todos del carro a la vez. Así se sale del atasco. Pero esto es más difícil de hacer que decir, porque falta solidaridad y el sentido de lo común y cada uno trata de arrimar el ascua a su sardina.

Mientras tanto, mientras llega el diente de sierra para arriba, que vendrá, no lo duden, los que se quedan en el camino, siempre son los más débiles, los menos preparados, los que tienen menos oportunidad de encontrar un nuevo trabajo. Para estos, la protección social, el reciclaje profesional y la ayuda de la familia son las únicas salidas.

Pero lo que la sociedad necesita es gente con ideas nuevas, con ilusión, con imaginación, con capacidad de trabajo, la gente que realmente tira del pelotón, aunque se juegue el tipo mucho más que los que le siguen a rueda. A estos hay que apoyarlos y motivarlos, porque son los que en realidad pueden ayudar a salir del bache a los demás.

sábado, 1 de mayo de 2010

EL VELO ISLAMICO

Y sigue la guerra del pañuelo, del yihab, del burka. También la del crucifijo. Los laicistas acaban de perder una batalla jurídica en Zaragoza, donde un juez ha dicho que obligar al Ayuntamiento de la ciudad o más bien a su alcalde Belloch, socialista el hombre por cierto, a retirar el crucifijo que preside su mesa en los plenos, no es de recibo, porque sería tanto como primar el agnosticismo. Hombre, algo de bueno tiene la sentencia y es que pone al mismo nivel ambas tendencias ideológicas, pero para mí está claro que el Sr. Juez no está acertado en su opinión jurídica, pues los laicistas no tienen porque ser agnósticos o ateos, también pueden ser religiosos, aunque lo que pretenden es que de verdad sean separados el Estado de la religión. De cualquier religión, obviamente. Y que los signos religiosos desaparezcan del espacio público. Difícil batalla, que precisa de grandes esfuerzos para conseguir pequeños logros.


Yo estoy convencido de que la guerra de los crucifijos en centros públicos acabará ganándose, pero va a costar Dios y ayuda, porque la inercia social no se cambia de la noche a la mañana.


Pero cuando estamos tratando de conseguir pequeñas victorias ciudadanas en lucha con la poderosísima tradición social católica, no encontramos ahora con que vienen los otros, los mahometanos, a tratar de hacer lo mismo o algo parecido. Era lo que nos faltaba. Tiene la ventaja la cuestión de los musulmanes que, como son iconoclastas, pues no pretenden imponer ni colocar sus signos en ningún lugar, por la sencilla razón de que no los tienen. A ellos les basta una alfombra y el suelo para rezar y no gastan en velas ni en procesiones. Pero tienen un punto flaco, que choca con la realidad occidental, sobre todo del derecho de las mujeres.


Nosotros ya hemos conocido los tiempos en que nuestras féminas andaban con el pelo tapado y en que tenían que ponerse un velo y medias hasta en el verano más caluroso para entrar en una iglesia. La religión católica, como la judía y la de Mahoma, no andan tan lejos unas de otras en estas cosas.


Desde el punto de vista puramente policial, o sea, para poder identificar a la gente, no es lo mismo una pañuelo tapando el pelo, que un velo, que el burka. En ese sentido es lógico que se impongan restricciones a las mujeres que los lleven. Ya se han dado casos de féminas que han pretendido comparecer ante un tribunal con prendas que les tapan la cara o pasar fronteras, con lo cual no se pueden identificar y eso no puede ser y además es imposible en un país avanzado y democrático.


También tenemos el conflicto en algunos colegios, que no es que se opongan a que una niña lleve un pañuelo en la cabeza porque sí, sino porque los prohíben sus normas, que deben de ser iguales para todos.


Pero los franceses, sabios ellos siempre a la hora de legislar, ya han dado en el clavo con este asunto. El tapar la cara por la calle con esta clase de vestidos supondrá una infracción administrativa leve, penada con 150 euros, que se impondrán lógicamente a la que no cumpla la norma.


Pero en el proyecto de ley, va algo más bien interesante, porque ataca al meollo real de la cuestión y es la obligación impuesta a una mujer por motivos religiosos de llevar esta prenda. Ahí se convertirá en delito con multa de hasta 15.000 euros y un año de cárcel, a imponer al o los impositores. Es verdad que descubrir estos casos, sin la colaboración de la afectada que siempre va a decir que los lleva voluntariamente y que nadie le obliga, no resultará fácil, pero es un primer paso para ayudar a las que de verdad quieran salirse de la tela de araña fatal que presiona a las mujeres, en contra de su dignidad y su derechos, a utilizar prendas medievales en una sociedad libre y democrática.


Como muchas veces copiamos de nuestros vecinos del norte, bueno será que empecemos a regular legalmente este asunto, antes de que tome más entidad y que no nos pille el toro como a menudo pasa en España. Estas cosas hay que pararlas lo antes posible, que luego hay que andar a zurriagazos con la gente y es mucho peor.