jueves, 29 de diciembre de 2011

TODOS CONTRA EL TABACO

La noticia que se lee en la prensa de que La reforma de la Ley del Tabaco se salda con 600.000 fumadores menos y una reducción de las ventas cifrada en 500 millones de cajetillas durante su primer año de vigencia, según estimaciones del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), nos llena de satisfacción a los que pensamos que la costumbre de fumar que se hace vicio en muchos casos, desaparecerá algún dia. Y ójala sea más pronto que tarde.


El tabaco vino de América, como la patata o el cacao y tuvieron que pasar cientos de años hasta que el personal se enteró de que era bien perjudicial para la salud. Para la del que fuma…y la del que está cerca y se ve obligado a fumar aunque no le guste.
Hubo tiempos en que fumar era señal de distinción y de buena posición económica. Y aun hoy lo es si uno fuma un puro habano Cohiba o una pipa de aromático tabaco egipcio.


Fue Pedro el Grande, Zar de todas las Rusias, auténtico innovador y modernizador de aquél entonces atrasado país, quien obligó a los nobles de su corte a fumar, bajo pena de duro castigo. Y todo porque consideraba que cuanto lo que venía de países mucho más adelantados era bueno y había que importarlo como fuera para su tierra.


Así pues, se demuestra que la ley ha podido conseguir lo que no logran los avisos tétricos de las cajetillas, que anuncian toda clase de males al consumidor del producto, desde la muerte por cáncer hasta la impotencia.


Hasta personajes como Fidel Castro, famoso por su consumo de puros, hace años que dejaron de fumar.


Como digo, las costumbres, las buenas y las malas como esta del fumeteo, tuvieron un comienzo y pueden tener un fin.


Naturalmente que no se trata de un proceso rápido y también es cierto que la vía de las prohibiciones hay que compaginarla inteligentemente con la de las recomendaciones, porque hay que respetar la libertad individual, aunque sea para perjudicar la propia salud, salvo cuando la cosa afecta a la salud o la libertad de los demás.


Uno recuerda costumbres insanas e incluso bien guarras como era la de escupir en el suelo, hasta el punto de que en muchos lugares públicos existían las “escupideras”. En un restaurante antiguo del centro histórico de Madrid se puede ver una placa en azulejo, tan antigua probablemente como el establecimiento, en la que se lee textualmente “prohibido escupir en el suelo”. Esta fea costumbre ha ido desapareciendo, como ha ocurrido con otras, como la de eructar en público, que en algunas culturas está considerado como normal desahogo de satisfacción tras una buena comida.


Esto nos quiere decir que el comportamiento social del ser humano se puede ir moldeando, sobre todo en base al respeto hacia los demás y en el caso del tabaco, hacia la propia salud.


Debemos de congratularnos si los datos indicados son ciertos y pensar que hay que seguir sin desmayo combatiendo un vicio que sólo tiene quinientos años de existencia, que no son nada en la historia de la humanidad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

UNA GUAPA EN EL GOBIERNO

Uno no puede por menos de alegrarse de que la belleza y la juventud lleguen a las máximas instancias del poder, y además bien en la cúpula.


El caso de la ahora vicepresidenta del gobierno español, Soraya Saenz de Santamaría, no deja de llamar la atención. El tópico de que las mujeres guapas tienen que ser tontas y las listas feas, cae por su peso ante el fenómeno de esta político de pura cepa, cuya carrera fulminante no deja de asombrar. Brillante abogado del estado, según cuentan las crónicas, no ha hecho ascos a posar como modelo en la revista Elle y en otra ocasión salio en la prensa bien sexi si Uds. se acuerdan tiempo atrás con un modelito entre discreto e insinuante.

De verbo fácil, ha sido la contrincante sobre todo de la anterior vicepresidenta de la Vega, de buena talla oratoria y política también, pero sin posibilidad alguna de presentarse a unas elecciones para primer ministro por razones estéticas evidentes. No es cierto como pretenden algunos que en política o en cualquier actividad de cara al público, la imagen carezca de fuerza. Por supuesto que Mariano Rajoy ha elegido a Soraya seguramente por muchos motivos de peso y además le ha dado el cargo más importante e incluso el control directo de nuestro servicio de espionaje, el CESID.

Parece que el principal puede ser el de su lealtad hacia el nuevo presidente, pero también su preparación, su capacidad de trabajo, su buena oratoria…pero es que encima es guapa, fotogénica y joven, lo cual ya es el colmo de las virtudes. Porque la imagen pinta mucho también de cara a los votantes y si nó que se lo digan a otros presidentes como Suarez, Felipe González e incluso Zapatero, que todos eran bien parecidos.


Si a todo esto unimos que la flamante vicepresidente se ha estrenado con una conferencia de prensa en donde ha sido todo simpatía y facilidades para con la prensa, que hasta han hecho corrillo con ella, fuera del alcance de los micrófonos de la televisión, para mí está claro que estamos ante un fenómeno de político de pura raza, que a pesar de ser relativamente nueva en este trabajo, ha dejado atrás a un montón de candidatos al puesto que podían existir en las filas del PP.


Yo creo que Soraya es mucha Soraya y nos depara andando el tiempo tal vez la primera presidenta de un gobierno de España, a poco bien que lo haga, junto con este nuevo equipo de la derecha española a la que gran parte del pueblo les encomienda la difícil tarea de salir de las aguas pantanosas en que estamos metidos.


Y aquí me parece que tenemos que estar todos, siempre que sea verdad que vienen tiempos de diálogo y de unidad en lo importante, porque la tarea se antoja gigantesca y ningún partido sólo, por mucha mayoría absoluta que tenga, puede salir airoso del mar proceloso que nos rodea.


Así pues, bienvenida nuestra guapa vicepresidente y desearle muchos éxitos, por el bien de todos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

ALGUN DIA LOS ACCIDENTES SERAN COSA DEL PASADO

Esta es la última ocurrencia de la DGT en materia de seguridad vial. Hace unos años, tráfico pidió públicamente opiniones que pudieran servir para disminuir la siniestralidad en nuestras carreteras. Yo le mandé una carta de dieciséis folios al Director General Pere Navarro, con las opiniones de un conductor que no ha parado de andar en coche desde el año 1.966, que ya ha llovido. Y sin que nunca le hiciera daño a nadie ni me lo hiciera yo. Y andando muy deprisa siempre…que lo aconsejaran las buenas condiciones de la via y del tráfico.


Ahí contaba, entre otras lindezas, cuales eran mis recetas para mejorar la siniestralidad y daba muchas. Decía, entre otras cosas, que el día (que llegará) en que los coches anden a 500 kilómetros por hora, se acabarán los accidentes de tráfico. Esto suena a barbaridad, pero si reflexionamos un poco, vemos que no es así, sino algo bien lógico. Porque entonces no podrá fallar la principal pieza del coche, es decir, su conductor. Y no lo hará porque no será él quien dirija ese futuro automóvil, que yo imagino, sino un ordenador de última generación. Vehículo que, por supuesto, no podrá tener ruedas y menos de goma, que se quemarían o reventarían.


“Algún dia los accidentes será cosa del pasado”…claro y muchas otras cosas también y cabría escribir un libro de ciencia ficción con las mejores intenciones.


Porque realmente, lo que de verdad ayuda al ser humano en su progreso y bienestar es la ciencia, la tecnología en el caso de los coches. Y como decía yo en aquella prolija misiva, que me contestaron por cierto con un folio escaso, dando las gracias, pero ni siquiera una opinión fundada sobre las soluciones que yo apuntaba, muchos de los problemas que hoy intentamos resolver a base de consejos y sobre todo de represión, multas, carnet por puntos, cárcel, decomiso del coche, ect…sólo los arreglarán de forma efectiva y definitiva lo mecanismos que se han de instalar de forma obligatoria en el automóvil de futuro. Y muchos, la gran mayoría, ya están ahí.


Así, uno de los principales problemas y causa de accidentes es precisamente la distracción y el cansancio. Salvo prueba en contrario y casos que estadísticamente pesan muy poco, nadie que va en un coche quiere hacerse daño ni hacérselo a los demás, ni tampoco romperlo. Por lo tanto, los ingenieros tienen que esforzarse en paliar o evitar este asunto. Ya existen vehículos dotados de avisos varios, para cuando el conductor se duerme o se despista por cualquier motivo. Cuando pierde la trayectoria, el asiento retiembla o le avisa de forma acústica el salpicadero o, en última instancia, le corrije la trayectoria y puede llegar a frenar el vehículo.


Otra causa frecuente son los alcances en autopista o autovía, sobre todo por no respetar las distancias de seguridad. Hace ya tiempo que los coches de alta y media gama disponen de medidas que evitan que un coche se aproxime al otro, también avisan y llegan a frenar. Incluso ante una colisión inminente, frenan completamente el coche y tensan los cinturones de seguridad, preparando a sus ocupantes para la colisión.


Llegará un día en que las carreteras principales estén dotadas de sensores que impidan a los vehículos estrellarse contra los guardarailes o salirse de la calzada, de forma que los coches circulen por pistas magnéticas, como si fueran carriles.
Otro tema importante es por ejemplo el del consumo de alcohol. Ya existen también soluciones, como sensores o detectores que analizan cualquier síntoma en el conductor y no permiten que se arranque el motor. Otro tanto ocurre con los cinturones de seguridad, a los que fácilmente se les podía dotar de un sensor que impida el arranque si no están colocados, de la misma forma que muchos coches ya no se ponen en marcha si no se pisa el freno o está la palanca en la P de los automáticos.


Por no hablar de la velocidad, en que tráfico se empecina en sembrar de radares todas nuestra vías para cazar a los infractores, sin tener en cuenta que a veces es mucho más peligroso que un conductor vaya pendiente de que no le hagan la fotografía que el pasarse unos pocos kilómetros de las ridículas limitaciones de velocidad que padecemos. Y si no, miremos a uno de los países en donde más saben de esto, porque además fueron los que inventaron el coche, como es Alemania, en donde la velocidad de las autobanen es libre. Un simple limitador de velocidad máxima solucionaria el asunto y los reguladores de velocidad ya son de uso común en muchos modelos medio altos.


En fin, por último, convertir en delincuentes a conductores que no han causado daño alguno solo por su potencial peligrosidad al conducir rápido, aunque puedan acreditar que no han tenido un solo accidente grave en toda su vida, además de ser desproporcionado es absurdo a mi modo de ver y una forma de contribuir al atascamiento de los Juzgados de lo Penal, que ya bastante tienen con lo que tienen.


Así pues, lo dicho “algún dia los accidentes será cosa del pasado”, pero no desde luego por el camino que sigue nuestra Dirección General de Tráfico y el inefable Sr. Pere Navarro. Eso lo conseguirá la ciencia, la tecnología, y para demostrarlo no hay más que mirar a un vehículo que sí tiene rádares y controles de velocidad, pero no para castigar al conductor, sino para regularla automáticamente y que anda a 350 k/h y va para 20 años sin un solo accidente de importancia. Se llama tren de alta velocidad, o AVE.

jueves, 8 de diciembre de 2011

A LA LIBERACION POR EL SEXO

Decía yo ahí atrás, en artículos del verano, hablando de este curioso caso, que tras las denuncias contra Strauss-Khan podría existir alguna clase de complot o montaje destinado a desprestigiarlo y hacerlo morir política y públicamente hablando.


Tanto Mafissatou Dialio como la periodista francesa Banon, han presentado historias que no son creibles, pero sobre todo hacen ver actitudes y comportamientos que hablan más bien de relaciones con el llamado DSK con mayor o menos contenido sexual, pero siempre consentidas por ellas, cuando no provocadas para conseguir obscuros objetivos. En el primer caso, nada encajaba para una supuesta violación y menos por via oral y en el segundo nadie se puede explicar porque pasados tantos años se acuerda esta señora de reclamar por supuesta agresión sexual.


Ahora un tal Epstein, un conocido periodista de investigación norteamericano, está empezando a hurgar en las alcantarillas y descubriendo cosas o apuntándolas. Y resulta que hay una historia de teléfonos intervenidos, personajes misteriosos que estaban en una habitación del Sofitel, cerca de donde ocurrieron los hechos. Individuos al parecer relacionados con el servicio secreto francés. Y vídeos del hotel en donde se puede ver que el comportamiento de la camarera, que se permitió entrar en una habitación ocupada sin llamar, incumpliendo así las normas de cualquier hotel del mundo, luego salió tan tranquila como si no hubiera pasado nada.


A DSK se lo han cargado, como digo, aprovechando su afición por las mujeres, al parecer desmedida aunque no para él, que parece estar a gusto con su vida sexual.


Lo más curioso de todo esto es que los lios de faldas parece que sólo afectan en su crédito a los políticos y en unos países más que en otros y también depende de la persona y de las circunstancias. Por ejemplo, es de sobras conocida la historia de Marinlyn Monroe con el Presidente John Kennedi y con su hermano. Y sin embargo en ningún momento le perjudicó y eso que eran tiempos más pacatos y de mayor hipocresía social que los de ahora en Norteamérica. Ha habido muchos personajes públicos con amantes más o menos públicas, es decir, conocidas. A Clinton también le pusieron la trampa y funcionó. Así parece que lo inmoral no es que un casado tenga aventuras sino que sea haga público y que todo el mundo se entere.


Nadie repara por lo visto en que las relaciones personales íntimas de cada uno sólo le deberían de incumbir a él mismo y a su pareja. Tampoco en general se tiene en cuenta que en un matrimonio o cualquier otra unión semejante pueden existir pactos o convenios bien respetables, para que cada uno pueda tener su libertad sexual y ello sin menoscabo alguno de la fortaleza amorosa de la relación. Así, solo hay que ver la reacción de la mujer de DSK, apoyándole incondicionalmente cuando se produjeron los hechos de Nueva York. Otro tanto cabe decir de Hilari Clinton.


Uno se pregunta qué pasaría si de pronto tuviéramos una especie de ventana mágica, a través de la cual pudiéramos enterarnos de todos los líos, infidelidades, amoríos y desmadres sexuales de la gente. Y que todo eso pudiera verse con facilidad en internet. Lo más seguro es que la sociedad fuera mucho más normal y las relaciones entre personas más sinceras. Tal vez ocurriera que la cabeza de la gente fuera cambiando y el marido le pudiera decir a la mujer: Oye, sabes que me gusta mucho fulanita. ¿Te importa que me acueste con ella? Bueno, diría ella, pero a mi me gusta tu amigo Felipe ¿Tienes algún inconveniente? Pues que va con todas, así que tienes que cuidarte…


Claro que esta es una conversación del siglo XXII o por ahí, porque esto se lo decían entre sí dos árabes de Arabia Saudita. Calculen como estarían en Suecia a estas alturas.


Udes. saben lo que adelantaríamos si consiguiéramos eliminar o minimizar los celos del panorama humano? Si consiguiéramos separar el sexo del amor, o mejor, convertir al amor en algo por encima del sexo?


Bueno, en primer lugar, terminaríamos, casi seguro, con el trauma enorme de la violencia de género, que aunque parezca que sólo la practica el hombre, no se lo crean, porque la mujer es a veces más cruel e incluso más violenta, aunque más sutil en su forma de torturar al macho. El noventa por ciento o más de los crímenes que se cometen, calificados como de “violencia de género”, son en realidad, asunto de celos, de posesión, de dominación de una persona sobre otra.


Naturalmente que la principal víctima de estas actitudes es la mujer, pero también hay hombres que la sufren…y muchos.


En segundo lugar, conseguiríamos pasarlo muy bien, porque el sexo, además de sano, es divertido y barato. Porque acabaríamos también con la prostitución, que se haría prácticamente innecesaria.


En tercer lugar, acabaríamos con la hipocresía social, de los que se escandalizan de las relaciones y aventuras sexuales de los demás, cuando la gran mayoría de la gente debería de mirar hacia su propia entrepierna.


Y por fin, seriamos todos mucho más libres y más felices, porque nos habríamos quitado de encima uno de los principales males de la humanidad, como es la ansia de posesión sobre las personas…y el de las cosas podría ser el próximo objetivo a alcanzar.