Eramos
pocos, y parió la abuela. A la complicada situación económica, al orgasmo
independentista de Más, se une ahora otro caso de corrupción. El Sr. Bárcenas,
que llevó las cuentas del Partido Popular durante bastantes años, aparece con una
porrada de millones de euros en Suiza y negocios y propiedades por doquier, o
sea, que está forrado y nadie se explica de donde ha salido tanta pasta como
tiene o maneja. De su sueldo del PP, desde luego que no.
El hombre se lo ha montado bien. Tan
bien que va a ser muy difícil que los tribunales le puedan meter el diente por
vía penal. En primer lugar, se ha preocupado, muy bien asesorado por supuesto,
de cumplir con la ley…de la amnistía fiscal, claro, regularizando la parte mala
o peligrosa de su fortuna (porque otros ingresos han prescrito tanto en vía
criminal como fiscal) En segundo lugar, parece que el dinero estuvo en las
cuentas, pero ya no está. Ha salido de Suiza con destino desconocido y lo tiene
a buen recaudo, por si las moscas pican, que nunca se sabe, sobre todo ahora
que los suizos han aflojado el cinturón de su secreto bancario.
Así pues, el fiscal lo va a tener bien
difícil para poder acusarle de algo, porque el delito de blanqueo de dinero es
un cajón de sastre en donde no es fácil rebuscar, ni separar la paja del trigo,
para determinar de dónde procede, porque
hasta el peor narcotraficante puede tener dinero obtenido legalmente.
Pero la que se ha montado con este
asunto sí que es gorda. Porque aunque Bárcenas está calladito o dice lo que le
conviene y por supuesto no va a dar ruedas de prensa, en el partido popular,
como en otros, hay mucha gente y algunos resentidos o desairados y sus luchas
internas…y ahora te vas a enterar…Y el bueno de Bárcenas, después de haber
cesado “voluntariamente”, seguía con despacho, secretaria y coche pagado por el
PP. O sea, en la cúpula del poder.
Pues resulta que un periódico tan serio
como El Pais (fotografías del supuesto Presidente de Venezuela aparte), se
despacha con una primera plana, con reproducción en color de una contabilidad,
escrita a mano, en donde aparecen pagos periódicos y por cantidades importantes
y durante mucho tiempo a los cargos dirigentes del partido, incluyendo al
Presidente Rajoy. Y no sólo eso, si no que hay militantes de importancia que
admiten las prácticas del sobre en mano a personajes relevantes como la
Cospedad, Arenas, ect…
Bueno, el follón está servido. Cualquiera
sabe que los partidos políticos, sobre todo los grandes, no son capaces de
sostener sus gastos y los de sus altos representantes con sólo la financiación
ordinaria que les concede la Ley. Así que, uniendo todos los elementos del caso
y agitándolos, nos sale un cóctel, que no huele nada bien. Claro que no se sabe
quien ha hecho llegar la dichosa contabilidad al periódico que la ha publicado
ni tampoco Bárcenas ha reconocido su autenticidad. Pero las pruebas caligráficas
pueden demostrar si es o no su letra y lo peor es la relación de los ingresos
con el caso Gurtel.
Por supuesto, la consigna del partido
es negar rotundamente lo de los sobres y es lo normal. Además uno de los
derechos de los acusados es defender su presunción de inocencia, incluso con la
mentira (los testigos, en cambio, están obligados a declarar la verdad). Así
que el asunto no ha hecho más que empezar y veremos cómo acaba. Pero el daño
político, para el partido popular, para el gobierno y para España, ya está
hecho, porque ya saben, la mujer del César no solo debe de ser honesta, sino
parecerlo.
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