lunes, 26 de julio de 2010

TODOS CON SANTIAGO

Pues no deja de tener su gracia que, mientras por la puerta principal y en acto solemne, el más alto representante del Estado Español, es decir, el Rey, pronunciaba el discurso de la ofrenda al Apóstol Santiago, por la otra, en la Plaza de la Quintana, los nacionalistas radicales tenían su mitin, en el cual, reclamaban, entre otras cosas, que se modifique la Constitución para que el nuevo Estatuto gallego que anhelan, pueda definir como nación a esta bella tierra gallega.


Así la España oficial, religiosa, rindiendo ofrenda a una imágen de un santo que jamás estuvo en Santiago, infringiendo claramente los principios de laicidad de un estado moderno, le pide al Apóstol que haga milagros de todo tipo, económicos, sociales y políticos. Este brindis al cielo cuyo verdadero trasfondo político es que el Rey suelte su discurso, pidiendo unidad a los españoles, lo que está muy bien, tiene su contrapunto en el otro lado de la catedral, en donde los bloqueiros sueltan sus consignas más apreciadas.


Todo esto es en realidad pura democracia y así las gentes que han querido ir a aclamar a los Reyes son tan respetables como las que van a a aplaudir en la Plaza de la Quintana. Pero lo más curioso de todo es que por un lado coinciden los más católicos, los que creen en los santos y en los milagros, aunque no exista prueba alguna de su realidad y aún las haya en contra, y por el otro, los ateos, los comunistas. Y todos se juntan alrededor del Apostol Santiago, el matamoros, el de las cruzadas contra el infiel, el de Santiago y cierra España, ec, etc...


Pero en realidad lo que queda de positivo en todo esto es el gran negocio que produce el ser el centro de la cristiandad y que la magia de la ciudad gallega lleve a miles y miles de personas, a peregrinar y hacer cientos de kilómetros, a pie, a caballo o en bici hasta a aquellos que ni siquiera son religiosos.


Por eso la medalla de oro de Galicia concedida a nuestro amigo Vazquez Portomeñe este 25 de julio está más que justificada. Porque al potenciar el año santo y el camino de Santiago ya desde el año 1993 (!cómo pasan los años!)consiguió algo bien difícil como es unir por un día a todos los gallegos de derechas, de izquierdas, nacionalistas, independentistas e indiferentes, o sea a todos, en torno a la figura del Santo que nunca estuvo en Santiago de Compostela, o sea, Santiago Apóstol.

1 comentario:

  1. Sobre su comentario de que el apostol Santiago nunca estuvo donde se ha erigido la Catedral Compostelana, sí debo decirle que tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago había cruzado el mar Mediterráneo y desembarcó para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica comenzó en la Gallaecia, a la que llegó tras pasar las Columnas de Hércules, bordeado la Bética y la deshabitada costa de Portugal. Hay quienes afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

    En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que éste hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó de Hispania a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro. Son los siete Varones apostólicos. La tradición de los Varones Apostólicos los sitúa junto a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar. De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40 la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

    Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los Moralia, sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. Según Nougués, la capilla se reedificó en 318.

    Mi querido Civis, debe saber usted que el Rey de España nada tiene que ver con el Estado Español. El Estado Español se rige por un gobierno socialista, elegido libremente por el pueblo. Y la monarquía a contrario sensu nadie la eligió sino que fue impuesta y con el paso de los siglos el pueblo la acepta como figura decorativa y representativa del país, pero no representa al gobierno, es decir al Estado. No sé si me explico bien. He dicho.

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