lunes, 12 de septiembre de 2011

EL 11 S

Yo estuve tres veces, en distintos viajes a la ciudad de los rascacielos, arriba del todo en una de la torres del World Trade Center. Resultaba impresionante contemplar la ciudad, sus ríos, la bahía con el puente Verrazano al fondo, la estatua de la libertad, el resto del los altos edificios de Manhattan, que parecian pequeños vistos desde la enorme altura a que uno se encontraba.



El día en que sucedió el atentado y a la hora que era, todavía no habían empezado estos a llenarse de gente y sobre todo no había comenzado la riada de turistas que, como yo había hecho, accedían a la parte turística del complejo. Si así hubiera sido, no estaríamos hablando de más de tres mil víctimas, sino de más de diez mil.



En fin, el atentado terrorista con mayor número de muertos y heridos de la historia de los atentados, nos pareció a muchos, el día que lo pudimos ver en directo, como una película catastrofista. Han pasado diez años y todavía pone los pelos de punta contemplar las grabaciones.



Curiosamente y al igual que ocurre con otro muchos sucesos famosos como la llegada a la luna, o el asesinato de Kénnedy , haya muchas gentes que piensan en versiones distintas que las oficinales. También ocurrió en España con lo terribles atentados del 11 M.



Se trata de personas que cree en los peces de colores y que les gusta buscar tres patas al gato, cuando normalmente tiene cuatro. Las torres gemelas fueron un atentado de Al Qaeda, organizado por Bin Laden y lo suyos y esto está incluso reconocido por ellos mismos. Así que no merece la pena darle muchas más vueltas al asunto. En cuanto a porqué las torres se desplomaron con tanta facilidad, está más que razonado en distintos informes técnicos y además es de pura lógica. Los edificios se sustentaban sobre una estructura metálica de acero central, es decir, estaban colgados de unas grandes columnas. Si hubiera sido una estructura clásica de hormigón como la mayoría de los edificios, habrían aguantado seguramente el impacto de los aviones y su fuego. Pero las aeronaves eran verdaderas bombas volantes, recién cargadas de combustible. El choque debilitó la estructura y el enorme calor generado fundió el acero al nivel de los impactos, provocando que el peso de los pisos superiores cayera sobre los inferiores. Resultado, una demolición rápida y perfecta.



El mundo cambió desde entonces. El presidente Buhs declaró la guerra a los musulmanes integristas y luego vino todo lo que sabemos, la invasión de Afganistán, Guantánamo, la guerra de Irak y por fin la muerte del Bin Laden. Una de las consecuencias de todo este gasto militar ha sido la crisis económica mundial y ahí seguimos.



Así pues, cabe decir que el 11 S ha provocado un cambio importante en el mundo. Bin Laden se salió con la suya. Darle un fuerte golpe al mundo capitalista. Pero la vida no se acaba. En Nueva York ya existe otra torre más alta que las gemelas que fueron destruidas. Durante el mes siguiente a la catástrofe los hoteles más caros como el Plaza o el W Astoria, llegaron a precios de cuatro estrellas y aun relaban entradas para algún espectáculo. Consulten ahora los precios de los hoteles en la gran manzana y verán que echan fuego, porque no bajan la mayoría de los 300 euros dia. Uno de los resultados de este atentado y no el menos importante, es que New York se ha convertido en una de las macrociudades más seguras del mundo. No hay un momento en que no se vea algún policía es de suponer que hay muchos que no se ven.


El terrorista más famoso del mundo yace en el fondo del mar y las revoluciones populares del norte de Africa nos han traido una bocanada de aire fresco, derribando viejas y corruptas dictaduras.



Tampoco Al Qaeda (la base), parece que haya salido reforzada de esta guerra, sino todo lo contrario. El camino hacia el islamismo moderado será la mejor forma de combatir a los integristas. Por ahí hay que seguir. Y que lo de Nueva York no se vuelva a repetir nunca más. Salud.

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