viernes, 7 de octubre de 2011

EL NUEVO TITANIC VAYA INVENTO

DEDICADO A GUILLERME COSTA


Me entero de que un espectacular proyecto va a poner en el mar una reproducción del tristemente famoso barco de pasajeros, en cuyo naufragio fallecieron ahogados 1.517 pasajeros, o sea, sobre un 64 % de sus ocupantes.El producto se llama Titanic Memorial Cruise, aunque han tenido la delicadeza de no poner al barco Titanic II, sino Balmoral. Se levan anclas el próximo 8 de abril en Southampton (Inglaterra) con destino a Nueva York y parada en la zona donde se chocó con el iceberg. Allí se celebran dos ceremonias conmemorativas. Los pasajeros podrán disfrazarse de época si lo desean y la comida también recreará los menús de principios del siglo XX. Habrá conciertos, bailes y ceremonias a bordo. Quedan algunos pasajes a 5.000 euros.

¡Manda truco con el morbo de la gente! Es cierto que cualquier tragedia origina literatura, cine y hasta publicidad. Pero hacer un viaje en un barco que reproduce al Titanic, vestido de época, por el mismo lugar en donde naufragó, es, cuando menos y a mi juicio, de bastante mal gusto.

De todas formas, el sentimiento de curiosidad por el mal de los demás es algo patente, por ejemplo cuando hay un accidente grave en la carretera con muertos o herido graves. Muchos conductores reaccionan aminorando la velocidad y casi parando, no con la idea de ayudar en algo, que sería loable, sino con la de satisfacer este sentimiento morboso que todos llevamos dentro, aunque uno más que otros.

Personalmente, no me montaría en ese barco ni que me pagaran, no por el riesgo, que ya hoy no lo hay, puesto que los icebergs y cualquier otro peligro de esa clase se detecta fácilmente en los aparatos de control del un buque moderno, si no por simple respeto a la víctimas y sus familiares, que murieron de un forma tan terrible y por unas causas tan tontas.

Ahora se dice también que el Titanic se hundió por varios fallos humanos. Uno que el piloto viró a babor en vez de a estribor, como le había ordenado el segundo oficial. La otra, que hubo un olvido y no llevaban prismáticos de largo alcance y por eso no vieron la montaña de hielo a distancia suficiente. Otra, que el dueño de la naviera ordenó primero que se circulara a toda máquina para hacer el viaje record hasta Nueva York y cuando fue la colisión ordenó que no se parara.

Sean ciertas o no estas versiones, la realidad es que el barco se fue a pique por culpa esencialmente de quienes los dirigían. Todo el mundo pensaba que no se podía hundir, por el sistema de compartimientos estancos de que estaba dotado. Es por eso que hubiera sido mucho mejor que chocara de frente con el iceberg, porque habría habido seguramente heridos o alguna víctima mortal, pero el barco habría aguantado, precisamente por sus dispositivos ya mencionados. Pero al virar, el navio rozó contra el hielo a toda marcha y se abrió como una fruta, en más de cien metros, permitiendo que el agua entrara en su práctica totalidad.

En fin, la tragedia del Titanic ha acabado convirtiéndose en un gran negocio, de cine, exposiciones, libros…y ahora otro igual. Esperemos que no salga a la mar en martes y trece. Digo…

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