lunes, 15 de noviembre de 2010

MARRUECOS...Y NOS SEGUIRÁN CASCANDO

Los recientes acontecimientos ocurrido en El Aaiún y los graves enfrentamientos entre la policía y los saharauis, con resultado de bajas mortales por ambas partes, revelan una escalada de la tensión, que supera un simple problema de orden público.

El estado alhuita ya estuvo en guerra con los saharauis bastantes años y recordemos que se llegó a levantar un muro, que supongo todavía existe, para evitar las incursiones de estos últimos. Es decir, para Marruecos, el Polisario es un enemigo. Y los moros cuando se pelean entre ellos destacan precisamente por su crueldad. Es por eso que me viene a la cabeza la reflexión de que esta vez los medios empleados por las autoridades de este país no han sido lo violentas que cabría esperar. Sorprende que haya habido también victimas del lado de la policía marroquí. No es su estilo. Hace años hubo manifestaciones importantes en la ciudad de Nador y de ciudadados de los suyos y la cosa terminó en un baño de sangre, disparando contra la gente desde helicópteros con ametralladoras pesadas.

Así que, de esta y aunque parezca todo lo contrario a primera vista, Marruecos ha hecho un esfuerzo especial y ha tenido mucha paciencia con los que considera sus anemigos a muerte. Naturalmente que ha aplastado la intifada surgida de los barrios de El Aiún, pero no ha hecho nada que no se pudiera esperar de estas autoridades, que representan en realidad a una monarquía dictatorial y atrasada, que nada tiene que ver, aunque traten de aparentarlo, con los modos democráticos europeos. Nuestros periodistas y algunos políticos parecen querer olvidar esta realidad y hay algunos a los que les ve la oreja de querer achuchar a nuestro gobierno, pidiéndole medidas que ni puede ni quiere tomar y que tampoco tomaría por supuesto un gobierno español diferente.

La cuestión es bien fácil y evidente. No se puede pretender aplicar fórmulas de respeto de los derechos humanos en países en donde en realidad ni saben que es eso, ni lo respetan y ni siquiera creen en ello la mayoria de la gente. El norte de Africa, los países que nos son más cercanos, son una zona bien delicada desde el punto de vista estratégico y también por supuesto, desde el económico. Las consecuencias de adoptar medidas duras de cualquier clase contra Marruecos, solo rendundarían en perjuicio de España, pues no cabe olvidar que los criterios que se emplean allí para adoptar decisiones políticas nada tiene que ver con los nuestros y que la arbitrariedad y la pura razón de Estado, de su estado, claro, están a la orden del día.

Si la policía y el ejército no ha disparado simple y llanamente contra los saharauis, es porque han querido guardar las apariencias, no por falta de ganas ni de facilidades en su caso desde el poder superior. Repito que para ellos el Polisario, que evidentemente está detrás del follón y los marroquíes lo saben perfectamente, es el enemigo. Y la guerra entre ellos no ha terminado. En realidad, este es sólo un episodio más. Y a los españoles que se les ocurra intervenir en vivo y en directo en esta pelea, les puede pasar de todo, sean quienes sean. De momento, sólo le han pegados a unos periodistas, pero que no tienten a la suerte, porque la cosa se puede endurecer fácilmente y que intervenga nuestra Audiencia Nacional por ejemplo, a ellos les da la risa.

Con el régimen de Marruecos, España y toda europa vienen a decir, madrecita, que se queden como están, no se nos vaya a meter otro Jomeini ahí y entonces sí que vamos a estar apañados…

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