jueves, 4 de noviembre de 2010

EL PULSO A OBAMA

Y el presidente norteamericano acaba de recibir un voto de castigo, lo que no sólo le pasa a él, si no a muchos gobernantes. Es fácil que también le pase en España a nuestro Presidente Zapatero. En realidad lo de voto punitivo es bastante absurdo, pues los que lo practican son casi siempre los que le han votado antes y también los que se abstienen. Y en vez de castigar al gobernante de turno porque creen que lo ha hecho mal y no ha cumplido sus promesas electorales, lo que consiguen es darle el poder a los otros, a los que no querían votar ni que salieran elegidos. En realidad, lo que habría que hacer es inventar otro partido con otro candidato que lo hiciera mejor, pero eso, además de ser difícil, caro y lento, no es práctico, porque cuando, en el mejor de los casos, consiguieran triunfar, se encontrarían con los mismos o parecidos problemas una vez que su candidato llegara al poder.


Obama no ha cumplido, o más bien no ha podido cumplir sus propósitos y ello porque a pesar de que el cargo de Presidente de los EEUU es el de más poder de la tierra, la realidad social, la economía, los poderes fácticos, las leyes, los tribunales, ect, ect…, limitan mucho el poder político de un gobernante. Y lo mejor de todo es que esto es bueno. Porque la esencia de la democracia está en que el poder se reparta en muchas parcelas y nunca se concentre en unas solas manos. Pero el juego es bien complicado. La ciudadanía pide soluciones y rápidas, sobre todo acerca de la situación económica y esto no es sencillo. Nadie tiene una varita mágica para solucionarlo, sobre todo porque los centros de poder del dinero no son estáticos, si no que, antes al contrario, evolucionan, viajan a la velocidad de la luz por el cable de fibra óptica y por el aire y hoy hay que contar con poderes emergentes en nuestro mundo, que tienen tanto derecho a mandar y a mejorar como cualquiera. Dicho de otra manera, el mundo de la dominación de Norteamérica y de Europa se está resintiendo y los polos del mandato del poderoso caballero ya no están donde estaban hace 10 o 20 años. En los próximos 25 años vamos a asistir sin duda a una evolución del poder económico de los países que poco se va a parecer a lo que ahora tenemos. Y los que van a salir perdiendo, son los que tienen algo que perder, como es lógico, por otra parte. Es decir, las grandes potencias que han dominado el mundo y sus materias primas desde la conquista de América para acá.


Pero que nadie piense que Obama está vencido. Ha perdido una batalla, pero no la guerra. Y conserva mucho poder institucional. Siempre le queda el último cartucho, porque para eso es el presidente de todos los norteamericanos. Recurrirá al valor más firme y que en realidad es el que ha hecho grande a Norteamérica, es decir, al patriotismo. Y no va a tardar mucho. Y pronto los espectadores de fuera de este teatro veremos con asombro, lo que ya muchos sabemos: que entre los demócratas y los republicanos no hay mucha distancia política cuando se trata de los grandes asuntos del país. Y que cuando Obama quiera y sabe hacerlo, va a convencer otra vez a sus votantes y hasta a algún que otro republicano. Y si no responden a su estrategia, se exponen a perder las elecciones más importantes, que vendrán dentro de dos años. He dicho.

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