miércoles, 5 de enero de 2011

BIENVENIDO MISTER MAO

Nos cuenta la tele que han venido es de suponer que, entre otros de la comitiva, algunos viceministros chinos para saludar y firmar acuerdos comerciales. Entre sonrisas orientales, nos vienen diciendo que no nos preocupemos, que creen en España y que les gusta mucho nuestro jamón y nuestro vino. Que nos van a comprar más deuda pública y que la cosa marcha.

Bueno, aunque no lleguen a ser los ministros mismos, es de agradecer que la misión nos haya traido un poco de esperanza económica, a un país en donde abundan tanto los cenizos y agoreros. Sí, esos que cuando la cosa va bien dicen…sí, sí…, ya veréis la que va a venir. Y cuando viene, mucho más tarde siempre que lo anunciado por los pájaros de mal agüero, entonces se regocijan y dicen…¿No veis?, si ya os lo decía yo… Y presumen de ser los que más saben de economía, sin darse cuenta los angelicos que si siguiéramos sus tristes consejos, nos dedicaríamos al ahorro…del chocolate del loro, porque como no se crearía riqueza alguna, nada arriesgaríamos, por la simple razón de que nada tendrían para poner en peligro.

Así que vienen los chinos, con su talante de vencedores, crecimiento del PIB un 10% anual y si no se consigue, destituyen al alcalde, que manda truco, y nos tranquilizan, porque dicen que si se ponen a comer nuestros jamones y beber nuestros vinos, no vamos a tener cerdos suficientes ni cepas en todas España para abastecerlos.

Uds. sabrán que hay un sombrero de una pajilla especial que se llama Panamá. Sí, hombre, el canottier que llevaba Maurice Chevalier cuando actuaba…Pues bueno, curiosamente no se fabrica en el país del canal, sino en Ecuador. Y los artesanos que los hacen pueden tardar muchos días en hacer uno de los finos, que puede valer en el mercado 600 euros…

Pues bien, un empresario chino quería llevar sombreros de estos para su país, pero como el comercio de estos orientales siempre es a lo bestia y por grande cantidades, encargó a una tienda de Quito…5.000 sombreros, a servir en el plazo de un mes. Naturalmente que la cosa quedó en nada, por evidente falta de capacidad productiva.

Ahora acaban de comprar CENSA, ya saben, la empresa de calderería gigante que hay en Porriño, en el Polígono de las Gándaras y que lleva años renqueando en lo económico. La cosa es de lo más interesante, porque vamos a ver ahora que son capaces de hacer con esta empresa. Seguro que algo nos enseñan al respecto, que no sabíamos.

El chino es serio y cumplidor y buena prueba de ello es que tenemos a muy pocos en nuestras cárceles. Su peligro viene por la parte de la competencia, del trabajo y el esfuerzo y eso es sano, porque nos hace espabilar a los demás.

Así que, parodiando la película de Berlanga, habrá que decir: !Bienvenido mister Mao¡

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