lunes, 18 de julio de 2011

LOS DELITOS DEL SEXO

Escribe en el Pais, la cuarta página, el flamante premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, poniendo verde a DSK, a quien pintan sobre un caballo, con armadura, como señor feudal y con dos mujeres en sus rodillas.

Vierte toda su indignación contra lo que él considera un abuso de un poderoso hacia una pobre muchacha, para más emigrante, y lo compara con los nobles y su derecho de pernada, recordando asimismo los abusos de que hacían objeto los señoritos a las criadas de las casas ricas en su atrasado país.

Dice además que Strauss-Khan ha sido tratado como cualquier sospechoso por la policía y los tribunales de Nueva York.

Algo sabemos de esto los que conocemos el funcionamiento de la policía y de los jueces del país de los yanquis y puedo afirmar que allí no se trata a los implicados en cualquier clase de delito o de simple denuncia como sospechosos, sino como si fueran culpables. O sea, que los detienen, lo esposan, los trastean y se los enseñan a la prensa como trofeos humanos de lo bien que funcionan allí las cosas de la justicia. Y da igual que se trate de un anciano o de una mujer, de alguien totalmente inofensivo, que ni ha opuesto resistencia, ni se va a escapar de forma violenta. También da igual que se trate de una personalidad que incluso aspira a ser Presidente de una país tan importante como Francia.

La base para todo este comportamiento realmente grosero y exagerado... pues una simple denuncia. Y si se trata de cuestión sexual, entonces ya la cosa se pone de lo más negro para el denunciado.

El Sr. Vargas Llosa sabrá escribir muy bien, que para eso le han dado el premio, pero de los derechos fundamentales de la persona sabe bien poco. Y lo de la presunción de inocencia le debe de sonar a música celestial.

Todo lo que dice respecto a los señoritos, la criadas, los señores feudales y el derecho de pernada queda muy bonito, pero es pura demagogia, porque es evidente que nada tiene que ver todo ese apasionado discurso con la realidad de lo que ocurrió en el hotel entre el alto directivo de FMI y la asistenta supuestamente agredida.

Mire, Sr. Vargas, en primer lugar, en este asunto hay muchas cosas que no casan y muchas que huelen muy mal. Yo ya lo decía en mi artículo de 3 de julio. Dando por sentado que DSK sea un mujeriego, lo cual que yo sepa no es delito en ningún pais del mundo, eso no quiere decir que sea un violador, ni tampoco que tengamos que creer a pies juntillas a todas las mujeres que denuncian violaciones. Según parece la supuesta agredida, continuó trabajando como si tal cosa y no salió gritando de la habitación. Dígame Ud. Sr. Vargas, como se explica que una camarera pueda tener ingresos en su cuenta o cuentas bancarias por importe de 100.000 dólares. Dígame porqué habla con un delincuente habitual, afirmando que le van a sacar el dinero al panoli de DSK.

Dígame Ud. cómo se entiende que ahora aparece una periodista y escritora, la señora Banon, diciendo que ¡¡¡¡la intentó violar en el año 2.003¡¡¡¡ Oiga, que una periodista y más francesa, yo creo que no la intenta violar nadie que la conozca, y si a alguien se le ocurre tal cosa, lo tiene claro con la que le podía montar. Cuando menos hay que pensar que la denuncia es sospechosamente oportuna o más bien oportunista.

Mire, para mi este señor, como todos los que son denunciados por cualquier delito, es inocente mientras no se demuestre lo contrario y los linchamientos en la prensa están muy bien para la prensa sensacionalista y para la gente ignorante de cómo funciona un estado de derecho, que por desgracia abunda, pero todo un premio Nobel debería de ser un poco más ecuánime, porque al final igual se descubre, que todo este afaire ha sido un montaje de turbios intereses políticos o económicos, para quitarse de en medio a un peligroso rival. Y a ver entonces que cara pone Ud. después de todas las barbaridades que ha soltado en su artículo.

Porque como dice Javier Marias en otro trabajo del suplemento del Pais, ¿Es una mujer no puede mentir por despecho, afán de lucro o venganza? Pues claro que sí y yo le puedo contar como abogado algunos casos paradigmáticos.

Así que respetemos a la víctima, pero también al supuesto culpable, que no lo es técnicamente de momento. Y a lo mejor resulta, después de una investigación a fondo, que las cosas no son como parecen, lo que pasa a menudo y muchas veces en esta clase de delitos.

Mientras tanto, al hombre ya le han arruinado su carrera profesional y política. O sea, que el daño ya está hecho. Y si la tal Mafissatou Dialio, resulta que ha mentido o incluso ha cobrado por montar el número (medias rotas incluidas, que pueden caber dentro del montaje), a ver si le va a pagar a este señor, todo lo que ella espera recibir en el caso, creo que improbable, de que le condenen.

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