martes, 10 de noviembre de 2009

Y SIGUE EL ALAKRANA

Si Udes. miran un poco para atrás, pueden releer mi artículo, titulado “otra vez Garzón” y también “el secuestro del Alakrana”. También podrán comprobar que las cosas que allí decía están saliendo punto por punto y no porque yo sea más listo que el juez estrella ni sepa más, sino porque he aplicado simplemente el sentido común, que es el que ha faltado en este desgraciado asunto.

Lo que decia respecto a los dos piratas somalíes y el error que suponía traerlos a España, así como las consecuencias que se podían seguir, lo sigo manteniendo, pero tengo que añadir a alguien más como protagonista de este sainete. Si el juez metió la pata, lo que es evidente, el gobierno, a través del fiscal la ha metido mucho más todavía, porque podía haberse opuesto al traslado a España de los dos delincuentes, como ya se hizo anteriormente, es decir, que hay antecedentes bien cercanos y en aquella ocasión se hizo lo más sensato, es decir, remitirlos a Kenia.

No se trata de echar más leña al fuego, que bastante temperatura tiene ya, sino de dar ideas para tratar de solucionar el callejón sin salida en que se han metido torpemente nuestras autoridades, tanto judiciales como gubernativas.

Y ahora sí que está bien difícil la solución, con dos detenidos acusados de crímenes que pueden suponer más de cien años de cárcel. Por mi parte sigo ofreciendo la misma idea que me parece factible. Se les fija una fianza de un millon de euros a cada uno. Se pacta con los piratas que esa cantidad se descuente del rescate. Se les pone en libertad. Se piran para Somalia, no se presentan más, pierden la fianza, que la ha puesto el Estado..y el Estado se la adjudica en su día. Y todos contentos. Y a ver si aprendemos para la próxima, que puede venir, que a los negros estos, cuando los detengamos, lo mejor es dejarlos en Africa y no complicarnos la vida. Entre otras cosas, por si hay que hacer un canje de prisioneros. Aunque en realidad, lo que sigue ahora, es por donde teníamos que haber empezado. Nuestro barcos van a ir armados y ahora vamos a emplear el único lenguaje que siempre han entendido los piratas desde que existen, es decir, el de la fuerza. Ahora va a correr la sangre, pero empezarán a respetarnos. He dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario