martes, 17 de agosto de 2010

OTRA VEZ MARRUECOS

Ya tenemos de nuevo al Reino Alhuita dando la tabarra, empleando la coacción en este caso en Melilla. Pues resulta que una organización llamada por la liberación de Ceuta y Melilla o algo así, compuesta por cuatro gatos, ha prometido que va a bloquear la pequeña ciudad española. Y que no dejará que entre ni fruta, ni pescado, ni materiales de construcción.

Las razones de la protesta, que los policías españoles les maltratan. Y allá van treinta o cuarenta tipos, algunos con bien pintoresca pinta, a bloquear al frontera.
Naturalmente, se trata de una provocación más de las que nos tiene acostumbrados este país del Magreb, o más bien sus dirigentes, que siempre coincide con algo que quieren conseguir, sea desviar la atención del pueblo por algún problema interno, técnica muy antigua utilizada sobre todo por regímenes dictatoriales y que suele funcionar, aunque es de corto recorrido, contrarrestar alguna medida u opinión de España en los fueros internacionales…o lo más frecuente ventajas económicas, en forma de tratados o acuerdos preferentes con el país vecino o con la Unión Europea o bien en forma de pasta gansa, lisa y llanamente solicitada, por “eliminar y controlar” un problema creado por ellos mismos con esta finalidad. Es como los gánsters que vienen a proteger al comerciante…de ellos mismos.

Naturalmente, el gobierno de Rabat dirá con todo desparpajo que son movimientos ciudadanos expontáneos, pero es evidente que eso no se lo creen ni ellos. Todos sabemos cómo se las gasta la policía marroquí, que no precisaría más que levantar la mano y señalar con un dedo a los revoltosos que se apartaran de allí. La siguiente medida, tiene forma de plomo y sus súbditos, que no ciudadanos, lo saben perfectamente.

Ya recordarán Udes. las oleadas de nativos subsaharianos que se lanzaban contra las vallas que separan nuestras dos ciudades de Marruecos. El asunto sólo se pudo controlar cuando se negoció y se le dio a Mohamed VI lo que quería. Entonces se acabó todo en un pis pas. Cuatro tiros al aire por parte de la policía marroquí, tres o cuatro negros muertos con tiros por la espalda…y asunto concluido. Por cierto que nunca se supo de ninguna clase de investigación abierta por estos crímenes contra gente totalmente desarmada. El problema lo había creado Marruecos y lo solucionó Marruecos.

Así juegan ellos. Pero nosotros, pobrecicos, hasta mandamos mujeres policía a la frontera, para que las puedan agredir bien a gusto. Pues buenos son los moros, como para tolerar que una mujer les diga lo que tienen que hacer, aunque tenga un uniforme. Y encima luego dicen que les agredimos. Si a un policía marroquí le hacen la mitad de lo que le hacen a nuestro policías, sonarian los tiros. Natural y afortunadamente, nosotros no estamos en esa onda, pues ya superamos la edad media, el renacimiento, la ilustración…y la generación del 98.

Lo más chocante de este asunto del bloqueo a Melilla es que los que tienen más que perder son ellos, porque nuestra ciudad se puede abastecer desde la peninsula sin problema. Pero como continuen así los alborotadores consentidos o financiados por el regimen, que también puede ser, les van a dar para el pelo aquellos que van a perder de hacer su negocio. Y entonces sí que se va a liar y va a tener que intervener la policía de su majestad, que ahora brilla por su ausencia. Y ahí sí que van poder quejarse de que los han maltratado. Al maestro armero, claro.

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