jueves, 30 de septiembre de 2010

EL DIA SIGUIENTE

La huelga general, como era de esperar, no tuvo nada de general ni mucho menos de voluntaria. Los piquetes informativos informaron como saben hacerlo, es decir, a base de silicona en las cerraduras, contenedores quemados y “o cierras, macho, o no respondemos”. Y la gente, cerró, claro, a contrapelo, cediendo de sus derechos y libertades y muchos, sobre todo los pequeños negocios, trabajando dentro con su plantilla completa.

El lumpen violento salió a la calle en Barcelona y, aprovechando que el Ebro pasa por Zaragoza, se dedicaron a lo que más les gusta, es decir, romper, destrozar, saquear y robar hasta el dinero de la caja de alguna tienda del centro de la ciudad.

La policía les cascó y ello le cascaron a la policía. Naturalmente, los sindicatos convocantes se desmarcaron de todos estos actos de vandalismo y lo cierto es que los mal llamados “antisistema” necesitan poco pretexto para hacer lo que hiceron. Me recuerdan “al cojo Manteca”, que los lectores más maduros recordarán en las manifestaciones de estudiantes, en el posfranquismo, individuo que ni era estudiante ni nada, pero que disfrutaba rompiendo cosas en la calle con su muleta, sobre todo las cabinas de teléfono, por las que tenía especial fijación.

En fin, la jornada de huelga mal llamada general ha pasado sin pena ni gloria y todo sigue igual, excepción hecha de los destrozos y daños varios en las calles de las principales ciudades de España. Afortunadamente no ha habido víctimas mortales y pocos heridos. El gobierno de la Nación no va a rectificar las líneas de su reforma laboral, aunque tiende la mano a los sindicatos, como siempre lo ha hecho, entre otras cosas porque son palo del mismo árbol y además es su obligación, como lo es pactar con las patronales, porque todos vamos en el mismo barco y la economía no es más que un artilugio inventado entre todos y que afecta a todos, por lo que la única solución para que vaya mejor es que todos arrimemos el hombro. Así que manos a la obra y a trabajar, inventar y ahorrar, para poder invertir, que es la única manera de que esto marche mejor.

Y la huelga general? Pues fue virtual, como ya había dicho yo en mi anterior artículo.

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