sábado, 10 de octubre de 2009

EL NOBEL DE OBAMA

Sin duda la noticia del día es la concesión del premio Nobel al Presidente de los Estados Unidos.

Parece que el primer sorprendido del importante galardón ha sido el mismo Obama, que ha explicado públicamente que piensa que no se lo han dado por lo que ha hecho, sino por lo que se espera que haga. Tengo que decir que opino que la academia sueca ha dado en el clavo y aunque se salga de los patrones habituales del premio, la decisión es bien sabia. Y como a mi me gusta razonar todo lo que afirmo, vamos a ello.

Efectivamente el premio Nobel se concede siempre a personas que han destacado en el mundo por su labor ya realizada. Es el primer caso, que yo sepa, en que se le da a alguien por lo que se espera de él. Pero es que Obama no es una persona cualquiera. En primer lugar, es el Presidente de la nación más poderosa del mundo, lo que le convierte a su vez en el hombre más poderoso y con capacidad para adoptar decisiones que pueden afectar no sólo a los Estados Unidos de America, si a todos los paises del orbe. En segundo lugar, se trata del primer Presidente negro de la historia de ese gran país que, no lo olvidemos, hace pocos años, vivia en la segregación y toleraba incluso a los Ku klux kan, que hacían de las suyas impunemente. En tercer lugar, los suecos, que tienen fama de cultos e inteligentes, han querido mandar un mensaje de esperanza al mundo, que buena falta le hace, entre la crisis económica, los talibanes de Al Quaeda y las desgracias naturales, muchas veces agravadas por las precarias condiciones en que viven millones de seres en este planeta.

Me parecen tres buenas razones para lo del Nobel. Pienso y espero que el premio condicione al Presidente norteamericano y con él a su gran nación para convertirse en el impulsor de un cambio importante en muchas cuestiones vitales en el mundo. Sobre todo, en el mejor entendimiento entre los paises. Sobre todo en que nos pongamos de acuerdo de una puñetera vez en perseguir a los criminales, dictadores, tiranos, fanáticos y toda esa troupe de gentes que sólo piensa en la violencia y en matar al vecino, sea por el motivo que sea. Que convengamos y enfilemos todos nuestros esfuerzos a la defensa de los derechos humanos, de la democracia, de la paz. En ese camino Obama puede hacer mucho y el premio Nobel le obligará moralmente a caminar en esa dirección que, a pesar de que está obligado a defender los intereses de su país, es la única posible y que de verdad tiene futuro para la humanidad. He dicho.

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