martes, 27 de octubre de 2009

EL LIBRO ELECTRONICO

Hoy he tenido en mis manos, por primera vez, un libro electrónico. Confieso que he tenido la emoción de quien asiste a un cambio importante para la humanidad. ¡Que exagerado¡, dirán Udes. Pues mire, nada de exagerado. Hasta ahora hemos hablado del libro electrónico, entendiendo por ello el libro en Internet, que, efectivamente es también electrónico. Pero no se lo puede palpar ni tocar. Uno de los argumentos de más peso de los defensores del libro de papel, aunque bien pobre a mi juicio, es que les gusta sentirlo, notar su peso, tocar el papel. También me decía el vendedor cuando yo razonaba y decia que este invento se carga el libro de imprenta en poco tiempo, que con el antiguo muchos miembros de la familia pueden disfrutar de un libro. Bien, razones sentimentales aparte, la realidad es que el libro electrónico sólo tiene ventajas sobre el clásico y además en un futuro no lejano todos lo tendremos a mano y ampliará sus funciones hacia la técnica multiuso.

Vaya por delante que soy hijo de impresor y me he criado en un taller de tipografía, la misma que inventó Gutemberg hace ciento de años, que luego se convirtió al ofset y hoy va por la sublimación de tinta. También he sido bibliotecario y siempre hombre de letras. Pero la del libro de papel es la historia de una muerte anunciada.

La principal ventaja del nuevo instrumento electrónico es el coste. Si el precio de salida está actualmente en 300 euros, bien pronto los chinos los sacarán a 50 o menos. Y si no, al tiempo. Un libro de esta clase puede almacenar, con una tarjeta de memoria suficientemente potente, muchos más libros que una biblioteca normal. Pero es que puede también acumular documentos y textos de toda clase. Al fin al cabo, sólo son ficheros informáticos. La lectura es cómoda y similar a la de un libro de papel, porque el electrónico no tiene luz propia, como la pantalla de un ordenador, así que no castiga la vista más que el libro clásico. Hay que añadir que el libro que ahora se empieza a vender, no es más que el principio de una verdadera revolución, que se está gestando a toda velocidad. La grandes empresas de informática, ya tienen preparada la que cabría catalogar como "biblioteca universal", de forma que se llegará a tener digitalizados millones de libros, muchos de ellos perdidos para lectura, porque sus ediciones se agotaron hace muchos años. Y esos libros llegarán a tus manos, por un módico precio, de forma inmediata, estés donde estés, a traves de las ondas, por el aire.

Las ventajas del bajo coste de este libro no son su precio, sino el bajo precio que pueden alcanzar los libros ya publicados y los que se publiquen en el futuro. La cuestión es muy sencilla. El libro de papel pasa por el siguiente proceso, más o menos: El autor lo escribe (hoy en un ordenador, por supuesto), se lo presenta al editor, el cual sopesa la posibilidad de negocio que ofrece la obra y da o no su aprobación, señalando la tirada, es decir, el número de ejemplares que se van a publicar. Una vez pasado este difícil filtro, porque es el editor el que arriesga su dinero si el libro no se vende, se corrige, se le prepara la presentación y se manda a la imprenta. Del taller se remite a las distribuidoras y de las distribuidoras a la librería, en donde llega por fin a las manos del lector.

Ahora imaginemos por un momento algo que no es ciencia ficción, sino que ya está ocurriendo y es el futuro inmediato a mi juicio. El escritor escribe en su página Web o en una de escritores o, porque nó en la de una editorial. El libro es un fichero que se puede descargar al libro eléctronico, con lo cual la lectura es inmediata y llega a todo el mundo, por supuesto también a donde no hay ni puede haber una librería. No hace falta cortar árboles para hacer la pasta del papel, no ha que lesionar a la naturaleza por tanto, no hay que contaminar, no hace falta tinta, no hace falta editor, no hace falta distribuidor, no hace falta librería, no hace falta biblioteca... Y eso no quiere decir que sea gratis, pero si un libro normal del mismo autor cuesta pongamos 20 euros, el electrónico se puede vender pongamos por cinco. Pero es que el de papel puede llegar a miles de personas, con mucha suerte. El electrónico llega en el acto a millones de personas. Y si de verdad es bueno, se lo quitarán de las manos, por emplear un tópico conocido. Con lo cual ganará más y se hará famoso antes.

¿Y que pasa con todo el tinglado que existe desde el escritor hasta el consumidor? Pues que desaparecerá o se reducirá a niveles simbólicos. Bien es cierto que el libro de papel quedará residualmente, porque las costumbres culturales no se cambian de la noche a la mañana, pero yo no estoy hablando de nosotros. Estoy hablando de los niños de primaria de hoy, los cuales verán al libro de papel como una reliquia, cual la máquina de escribir y otras cosas ya superadas tecnológicamente. Y seguramente se reirán cuando sus hermanos mayores o sus padres les expliquen que tenían que ir al cole cargados con una mochila llena de libros, que encima había que cambiar todos los años y que eran carísimos.

El libro de papel, es caro, antiecológico, sucio e insano, porque coge polvo a montones, ocupa mucho sitio, es pesado y si hablamos de enciclopedias o libros de consulta yo pienso que nadie bien informado compra nada de eso a estas alturas. Por mi parte, hace diecisiete años que no lo hago, así que miren Udes. si soy consecuente con lo que digo.

Naturalmente, no es que el libro como tal vaya a desaparecer, es que ahora va a conocer una etapa de gloria inusitada, porque su propagación va a ser barata, universal y simultánea y pueden salir a la luz autores fabulosos, que de otra manera no nacerían nunca para la literatura. En realidad, la historia del libro es la de la propagación de la cultura. El hombre empezó escribiendo en la piedra, siguió con la piel, luego con el papiro, después con el papel y ahora llega la era de lo píxeles. Por todo lo que he dicho, bienvenida sea.

De todas formas, que no se preocupen los que prefieran el papel, porque además de poder imprimirlo con su propia máquina, segurián existiendo libros de tal soporte, pero problablemente serán artículo de lujo, que muy poca gente querrá pagar.

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