LA MAQUINA CUENTA PERSONAS

Pues resulta que hay un ordenador o un programa preparado precisamente para contar personas, concretamente las que acuden a una manifestación. El estreno se produjo en Madrid, en la concentración contra la Ley de Regulación del aborto, que pretende sacar adelante el Gobierno.

El trabajo, encargado al parecer por Prisa, ofrece unos resultados verdaderamente curiosos. Ante los informes de los organizadores de la manifestación, que hablaron de "cási dos millones de personas" y los de la Policía Municipal, que fijaron los asistentes en un millón, la máquina, que no es de izquierdas ni de derechas y a la que no le importa realmente si son cien o cien mil, cifró la asistencia, o sea, contó telemáticamente unos 56.000 manifestantes. ¡Ahí es nada¡ La verdad es que a algunos les tendría que crecer la nariz, como a Pinocho, ante diferencias tan abultadas en la información, como las que se dejan descritas. Aquí miente alguien, o los responsables del maquinillo o bien los organizadores del evento. La que no miente, desde luego, es la máquina.

De todas formas, el invento me parece maravilloso y hasta creo que debería de imponerse forma obligatoria. Dicen que la manifestación de la Iglesia y la derecha españolas contra la ley del aborto a la que me estoy refiriendo, ha costado bastante más de cien mil euros. Bueno, pues que gasten un poco más en la máquina cuenta personas, eso sí, controlada por un notario y así todos sabremos a qué atenernos y evitaremos las exageraciones y las disputas de si fueron más o fueron menos.

Estamos hasta el gorro en este pais de que cuando se haga una manifestación, lo que la promueven hinchen los números de forma descarada y los que son contrarios los desinflen de la misma guisa. La máquina cuenta personas, que supongo no será más que una o varias cámaras conectadas a un ordenador, con el programa adecuado, debería, como digo, de ser obligatoria y asistida de fedatario y se acabarían las fantasmadas que ahora tenemos que aguantar y que multiplican a veces hasta por diez la realidad de los asistentes a una manifestación. O si no, que digan simplemente que acudió mucha gente y que la calle estaba "abarrotá". Es mucho más serio. He dicho.