LA XUNTA DE FEIJOO

La representación de la Comedia Bífida, de Manuel Núñez Singala en distintos centros educativos de Galicia, ha originado una denuncia ante la Xunta por parte de Galicia Bilingue.

Independientemente de la calidad de la obra y de su tono humorístico, la realidad es que se trata de otro intento más de adoctrinamiento nacionalista, basado, como ya estamos acostumbrados a ver, en propagar la idea de que el que no hable gallego en Galicia, pues no es gallego o lo es de mala calidad. Lo grave de este asunto es que tanto el libro, que al parecer es de lectura obligatoria en muchos centros docentes, como la comedia, están promocionados dentro de una campaña impulsada por la Editorial Galaxia e integrada en el programa Bocaberta de la Secretaría Xeral de Política Lingüística. El autor es, además, director del Servicio de Normalización Lingüística de la Universidade de Santiago de Compostela. Es decir, encima, ya estamos chupando del bote como siempre.

Naturalmente, nada se puede objetar contra que la obra de teatro y el libro se vendan en el territorio privado, pero imponerlo en la escuela va contra contra lo prometido por Feijóo, en su campaña electoral que, recordemos, fue exactamente:

"Me comprometo a intentar vaciar las aulas de ideología y llenarlas de conocimiento" (27 de febrero de del 2.009)

Esta actitud de la Xunta en tema tan delicado como el adoctrinamiento nacionalista de nuestros niños y jóvenes en las escuelas e institutos dice bien a las claras que el presidente Feijoó es un zorro político que, como la mayoría de ellos, solo vela por su propia carrera y trata de nadar y guardar la ropa. A estas alturas no sabemos nada del famoso Decreto y las peores sospechas se van confirmando. Los del "rexeito" (yo llamo así a los nacionalistas gallegos, porque cuando no están en el poder se dedican a rexeitar todas las ideas y propuestas que no sean suyas o cuenten con su apoyo), están muy preocupados y preparan una ofensiva en todos los frentes, como ya anunció el que nunca se calla, aunque se llame Callón. Lo que viene es la manifestación del 18 y lo siguiente será una huelga de estudiantes, ya lo vereis.

Lo del teatro forma parte de la actividad de adoctrinamiento, que se esconde en realidad en todo este tema del gallego. Ellos siguen con sus plataformas, mesas, encuentros...aunque siempre el mismo perro con otro collar. No hay más que ver el último invento, "PROLINGUA" y la lista de firmantes. Yo conozco personalmente a muchos de ellos y es una gracia y una mentira también que se llame plataforma aprartidista, cuando firma gente como Mendez Ferrín (que, por cierto, se presentó con su minúsculo partido a las elecciones europeas, juntamente con Sastre y otros proetarras)o el ya venerable Avelino Pousa Antelo, que siempre fue un nacionalista exaltado (lo conozoco desde hace cuarenta años) y ha sido presidente del Partido Galleguista (q.e.d.). En fin podeis hacer una prueba, coger cualquier nombre de la lista a boleo, meterlo en el buscador de internet y...¡¡¡TCHAN¡¡¡....todos son nacionalistas más o menos radicales y muchos viven del chollo del gallego como nuestro amigo Bragado.

Por otra parte, así como ellos no entienden a estas alturas qué es Galicia Bilingüe, ni que defiende realmente, porque su obcecación es tal que se niegan siquiera a leer su página Web (no vaya a ser que se contaminen o se entere algún colega y les riñan), yo los conozco bien y desde hace muchos años y tengo muy buenos amigos entre ellos. Pero me pasa como con los religiosos. Mejor hablar de futbol, o de cualquier otra cosa intrascedente si quieres conservar la amistad, porque su raciocinio y su cultura terminan donde empieza su cerrazón nacionalista. Y esto yo lo entiendo fácilmente, porque se trata de mecanismos viscerales muy arraigados durante toda su vida.

Lo que ha pasado en Galicia durante estos años desde la Constitución del 78, es que los nacionalistas han campado a sus anchas, sin que nadie, ni la derecha y mucho menos el Psoe, les discutiera sus postulados radicales. La gran mayoría de la población, si no estaba de acuerdo ni simpatizaba con ellos, tampoco atisbaba siquiera el peligro real que se escondía detrás de estos partidos, ni nadie (mea culpa) se molestó nunca en leer los estatutos de UPG por ejemplo. El gobierno de la derecha votó leyes como la de Normalización, que luego no se esmeraba en aplicar.

Algo así como el primer decreto del tabaco, que nadie respetó nunca. Por otra parte, siempre tuvieron buen cuidado de pasar como de puntillas sobre los temas que ellos saben no son populares, como el de la independencia de Galicia, la autodeterminación o el gallego como única lengua oficial. Sólo los grupos más radicales y marginales, todos ellos lusistas, dicen la verdad de sus intenciones y no dudan en criticar al Bloque por su aparente indefinición.

Yo sostengo que el nacionalismo gallego, como el vasco o el catalán, han tocado fondo o techo, como se quiera decir, sobre todo porque ya se les ha visto la oreja. Lo que quieren todos ellos es imposible y además no puede ser. En primer lugar porque si hiciéramos un referendum claro y sin tapujos, sólo a base de preguntas directas, (¿quiere Ud. que Galicia sea independiente de España?), lo perderían. Pero lo perderían en Galicia, por goleada y también en el Pais vasco y en Cataluña, con bastante más margen del que se pueda pensar. En segundo lugar, porque la Constitución, que ellos tanto critican, pero que tanto les beneficia, no permite hacer referendums más que a nivel de toda España. Y en tercer lugar en un mundo cada vez más globalizado, que pinta un nuevo estado, que tiene menos habitantes que un barrio de Nueva York o Ciudad de México?

El problema es que el nacionalista sólo considera gallego, vasco o catalán al que piensa como él. Y los que no piensan, aunque sean abrumadora mayoría, pues ni son gallegos, ni son vascos ni son catalanes. Según ellos son, somos, extraterrestres. Pues no mira, quizás los que son malos ciudadanos de cada sitio de los mentados, son ellos precisamente porque, según yo lo veo, le están haciendo flaco favor a las que dicen ser sus patrias queridas, sobre todo cuando tratan de adoctrinar a los niños, como en el caso que comentamos.

La gran mayoría de la ciudadanía debería de implicarse en combatir estos extremismos, para ponerlos en su sitio, que no es otro que el de una minoria radicalizada, que se niega a buscar caminos razonables para proteger de verdad algo que todos queremos como es, en el caso de Galicia, la lengua y la cultura gallegas. Si se sentaran a razonar y a negociar, cosa impensable en esta gente, podríamos encontrar fórmula reales y serias para fomentar la bella lengua de Rosalía. Por nuestra parte, por los que pensamos que el estado de las Autonomías es el que mejor ha protegido en la historia de España las lenguas y las culturas autóctonas, la mano está tendida. Y a los que pretender hacer de este asunto un lucrativo negocio o una forma de grimpear política o socialmente, que les den matarile, porque a esos son a los que hay que apartar del camino, por el bien de Galicia. He dicho.