martes, 28 de julio de 2009

EL PRESIDENTE FEIJOO NO HA CUMPLIDO

Nuestro Presidente de Galicia, el de todos los gallegos, incluidos los que lo quieran y los que no, no ha cumplido su promesa electoral de derogar el ya tristemente famoso decreto de la enseñanza, primera vuelta de tuerca del anterior gobierno para caminar hacia la catalanización de Galicia. Y ya han pasado sus primeros cien días, en los que dijo tajantemente que lo haría.

Uno, que conoce bien Cataluña, sabe que algunas cosas que se pueden hacer allí, no son de recibo aquí. Pero en los corazoncitos nacionalistas de algunos fluye la envidia de parecerse a Ezquerra Republicana o incluso a CIU. Y por eso quisieron probar a ver si aquí funcionaba. Evidentemente, les salió mal. Y no sólo eso, sino que despertaron la bicha de la mayoría silenciosa, que nunca protestaba por los desmanes lingüisticos y de otro tipo que se estaban cometiendo en Galicia. Y resultó que hubo gentes que empezaron a poner en dudas los tabús, los principios inatacables, las verdades absolutas, las etiquetas. Y se empezaron a dar cuenta de que el camino que se estaba iniciando sólo iba a llevar al absurdo de ignorar la realidad social y de que los que toman sus deseos e ideas por principios sagrados, los que hablan del pueblo, sin contar con el pueblo y hasta despreciándolo, en realidad lo que quieren es manejar, dominar, controlar y hasta someter al pueblo a sus ideas. Es como cuando los ayatolás (cualquier ayatolá, pueden Udes. ponerle la túnica y el gorro que más les apetezca) hablan en nombre de Dios. Es que Dios ha dicho…Y claro, lo único que alcanzamos a oir es lo que dice el que dice hablar en su nombre. Y a veces dicen unas burradas…

En realidad, hablar en nombre del pueblo, sin tener en cuenta al pueblo para nada, es como hablar en nombre de Dios, pero no preguntarle no vaya a ser que nos contradiga…

Así las cosas, anda el mundo galegofalante bastante alborotado. Sobre todos los que viven del chollo, que son más de los que uno pensaba, antes de que se levantara el Tusami al que estamos asistiendo. En realidad, el pueblo asiste también pero con sorna y escepticismo gallego a los debates, a las manifestaciones, a los manifiestos, a las mesas, las sillas y los escritorios. Pero hay un cabreo de fondo en la sociedad gallega contra la mentira, la manipulación, las falsas promesas y sobre todo, ante la falta de respeto por la libertad ajena. Por un lado están los que no entienden el concepto de libertad, es decir, solo entienden la suya y no saben que esto es como el tráfico, hay que respetar a los demás y cumplir las normas aunque solo sea por egoismo, para que acabe respetándolas todo el mundo y así circular más tranquilos. Lo que no quieras para ti… Por el otro, son pocos, pero representan a muchos que piensan lo mismo, están los que creen que la libertad es la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad.

Pero es bien cierto que la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Y aquí está el verdadero problema, porque esto es bastante difícil de definir, de calibrar y, sobre todo, de practicar. De ahí que el secreto está sobre todo en respetar al vecino, para que él te respete a ti. Esta es la base de la convivencia.

El Presidente Feijoo no ha cumplido su promesa electoral, y en su lugar se sacó de la manga una encuesta que es como el parto de los montes, porque no acaba de ver la luz del día. Ya de por sí, la encuesta no es lo que prometió. En realidad lo que dijo públicamente es que cada padre podría elegir la lengua en la que quiere que estudie su hijo. Es esto tan difícil?. Es imposible? No se hace en otros sitios? La respuesta es no, no y sí.

Vamos a ver, si ahora hay padres que quieren que sus hijos estudien e incluso hablen sólo en una de las dos lenguas oficiales y lo consiguen, porqué no puede haber aulas distintas y aun colegios que impartan en galego o en castellano, siempre con una asignatura obligatoria de la otra lengua, claro.

Lo que se conseguiría es que hubiera chicos que hablarán mejor una u otra lengua, pero si luego quieren perfeccionar la que dominen menos, pues tampoco se lo va a impedir nadie.

Porqué no se permite que haya colegios privados que enseñen preferentemente en una u otra lengua oficial?. Allá los padres y los chicos con sus preferencias.

Pues bien, el Sr. Feijoo ha decidido al parecer tirar por la calle del medio y vamos a tener un nuevo Decreto con el que pasará como con la encuesta, ni les gustará a los nacionalistas, ni a los de la Bilingüe. Los que está claro que, de momento, no ha cumplido su promesa electoral. Veremos si las urnas le pasan factura a él o a su partido en la próxima cita electoral.

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