jueves, 30 de julio de 2009

EL MOTORISTA VANIDOSO

Un video colgado en youtube por un motorista, que ha filmado su propia velocidad por una autopista portuguesa, es calificado en las noticias como suicida. Hay que visionar el vídeo para darse cuenta de que se le puede calificar de cualquier forma, menos suicida, porque, si quisiera matarse con la moto, lo tendría bien fácil, a la velocidad que circulaba.

En realidad se trata de un exhibicionista de la velocidad, de un motorista experto, que conduce su moto con gran habilidad, cometiendo de forma deliberada graves infracciones como es adelantar por la derecha y el arcén a dos camiones.

Pero uno, que va montado en la moto, por la maravilla de la técnica, se da cuenta de que el piloto elige perfectamente el lugar más lógico para pasar cuando se circula a esa velocidad.

No deberíamos de confundir lo ilegal con lo bien hecho técnicamente y el que conduce sabe muy bien lo que hace y tiene experiencia de sobras. Vamos, que no es la primera vez que conduce a estas velocidades. Si dudan de lo que digo, entren en youtube, abran el vídeo y compartan la experiencia con el que lleva la motocicleta.
Otra cosa es la estupidez y vanidad del que se atreve a publicar su “azaña” en la red. Porque lo que está consiguiendo es que las autoridades portuguesas se enteren y se cabreen con toda razón y el responsable de turno exija explicaciones y se adopten medidas de inmediato. Aparte de que lo puedan cazar y exigirle responsabilidades, lo más lógico es que la próxima vez que pase por ese mismo sitio, haya varios controles de radar y que en el tramo se instalen desde ya. Vamos, que toda la policía de tráfico portuguesa, que no es manca precisamente cuando aplica las denuncias, va a estar motivada para encontrar al Rossi de turno o a otros que pretendan emularle.

Lo malo de publicar las burradas filmadas en Internet, es la emulación. Es decir, que muchos otros motoristas estén tentados a hacer lo mismo. Y lo peor es que muchos de los que quieran imitar al motorista de los 284 Km/hora, pretendan superarlo.

Porque la realidad es que el tramo en donde este motorista corría, es el de Valença a Braga, que, ciertamente se caracteriza porque hay poco tráfico, la autopista es estupenda, hay rectas espectaculares y no hay controles de radar. Si a ello unimos que en Portugal no existe carnet por puntos ni es delito correr en exceso, cási se entiende al motorista veloz.

El motorista superrápido nos enseña que las motos y los coches actuales están preparados para circular a velocidades muy superiores a las que marca la ley. La moto de la historia alcanza más de 100 KM/hora en segunda marcha y debe de tener por los menos seis.

Se trata de una máquina que circula tranquilamente a 200 Km/hora, si su piloto sabe lo que lleva entre manos.

Hay una distorsión importante entre la técnica de los coches y las motos y la legislación. Las velocidades máximas legales son ridículas desde el punto de vista técnico. Las velocidades reales que pueden desarrollar nuestros vehículos del siglo XXI solo tienen en realidad un límite, que es el fallo humano. Porque ni los coches ni las motos fallan ya. Somos los hombres los que convertimos a las máquinas en peligrosas y los que nos equivocamos y matamos o nos matamos con estos aparatos. Somos nosotros los únicos responsables, pero yo mantengo que los accidentes de tráfico desparecerán el día que los vehículos circulen a 500 KM/hora al menos, porque entonces no habrá posibilidad de error. No tenemos que asustarnos de la velocidad, sino de la falta de control de ella.El conductor se limitará a programar el viaje y el ordenador hará el resto. Los demás conductores harán los mismo. El accidente será prácticamente imposible…mejor improbable.

Mientras tanto, seguiremos a 120 y nos pasará el loco de la moto a 284, cási sin que nos enteremos…

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