sábado, 18 de julio de 2009

OBAMA Y EL VICTIMISMO

El presidente de los Estados Unidos acaba de hacer un discurso importante. Les ha dicho públicamente a los negros norteamericanos que no hay excusas para su fracaso. Creo que es la persona más adecuada y autorizada moralmente del mundo para hablarse así a los de su raza. Si lo hiciera un presidente blanco, lo acusarían de todo y por supuesto de racista. Pero Obama reune todas las condiciones para echarles la reprimenda y tratar así de romper con el tópico de que los negros americanos son pobres y marginados sólo por su color. El es un negro, de ascendencia africana reciente, de una familia modesta y hoy es el hombre más poderoso del mundo.

El foro donde Obama hizo este discurso el jueves por la noche era la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, en sus siglas en inglés), que celebraba en Nueva York su primer centenario. La NAACP es una gigantesca organización cuyo propósito es el de mantener viva la llama del antirracismo y que actualmente mueve dinero e influencias de considerable magnitud.

El discurso victimista se escucha siempre como justificación de errores, incapacidades o malas actuaciones deliberadas de muchos grupos y muchas etnias. Es un recurso muy socorrido. Cuando uno escucha los argumentos de algunos políticos, echándole la culpa de los males de su pueblo a otras civilizaciones, que los dominaron hace cientos de años, no puede por menos de reflexionar, si en tanto tiempo que son dueños de su destino no serán ellos a estas alturas los únicos responsables de sus males.

La mejor manera de no solucionar los problemas que uno tiene es echarle la culpa a otro, aunque haga años y años que el otro ha desaparecido de la vida del primero. No se si me explico.

De victimismo sabemos mucho en España, porque es el principal argumento y la base de nuestro nacionalismo periférico.

La cuestión es responsabilizar a cualquier personaje histórico a otro grupo social de nuestros males y así seguir ir viviendo del cuento sin reconocer que la propia impotencia viene de los males endémicos del propio grupo o sistema, con lo cual la situación se eterniza y jamás se soluciona, ni la presunta víctima hace esfuerzo alguno por salir de su situación, pues es el “culpable” el “opresor”, el “colonizador”el que tiene que arreglárselo, sin esfuerzo alguno para mejorar por parte de supuestamente subyugado.

Ejemplos tenemos muchos a nivel político y social. Los grupos marginales de muchas sociedades no hacen a menudo esfuerzo alguno para salir de su situación y derivan hacia el camino fácil de vivir de las subvenciones o a la delincuencia. Y lo peor es que a menudo los padres transmiten a sus hijos el mensaje negativo, que les lleva a perpetuar su problema.

Obama les acaba de leer la cartilla, con toda razón, a lo negros norteamericanos y les ha transmitido con claridad el mensaje de que si quieren progresar se tienen que poner las pilas. Y si ellos mismos se hacen respetar sobre todo por el camino del estudio y el trabajo, su situación de marginación social o de discriminación se acabará más tarde o más temprano. A ver si le hacen caso.

1 comentario:

  1. Mis felicitaciones para el Sr. Civis Mundi por su objetividad y claridad de exposiciones. Prometo seguirle por tiempo. Veo que su formación es excepcional. Ahora espero con ansiedad sus comentarios sobre el Sr. Chaves, aquel que dió 10 millones de euros a su hija para una empresa de aguas, que cambió la Ley para posibilitar dicha subvención. Me falta su aporte al caso para que pueda entenderlo también como este asunto de Camps. A la espera. Cordiales saludos.

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